Venezuela
Es innegable la exacerbada salida de venezolanos al exterior, en efecto buscando una mejor calidad de vida para ellos y los suyos, pero este tema no es cosa nueva en nuestro país; lo novedoso es lo acentuado que se ha vuelto, y que fluctúa entre distintas posiciones sociales que deja ver que el éxodo es un virus que mutó e hizo metástasis en algunas parcelas de la sociedad venezolana.
Venezuela ya está familiarizada con este tema, y se evidencia en nuestra historia contemporánea; sin embargo proporcionalmente se conoció a la inversa, es decir bajo la inmigración, y por abstraer un momento histórico, podemos tomar el éxodo vivido durante la Segunda Guerra Mundial en Europa, donde Venezuela se vio inundada de nativos europeos, que huyendo de las guerras en sus países, buscaron mejor vida en América y ellos en este momento son abuelos de muchos compatriotas.
Asimismo la guerra en Colombia a partir de movimientos guerrilleros y paramilitares, logró desplazar a muchos hermanos colombianos a nuestras tierras. No pretendo menospreciar la importancia de ese cúmulo de extranjeros a mi país, pero sí pisar la ficción con la razón, al reconocer que la gran mayoría de venezolanos que emigran, van formados de conocimientos técnicos profesionales en los más altos niveles; a tal punto, que en varios países del continente americano están prefiriendo contratar perfiles profesionales venezolanos sobre otros extranjeros, y esto se debe a la capacidad de los coterráneos, de asumir con éxito tantos retos para surgir y mejorar sus condiciones de vida.
Luego de ver tantos paisanos salir de nuestras fronteras, me pregunto, ¿qué están buscando?… Y entiendo que nuestros emigrantes andan buscando lo que aquí aún no han conseguido o peor aún, lo que en su futuro vislumbran que nunca tendrán acá, quizás la falacias que vende la globalización o lo complejo de lo que buscan se torna posible en otras latitudes, no los podemos culpar, yo no podría culparlos, sus razones son suyas, nadie es dueño de la razón, y entiendo que en la pluralidad de las ideas se complementan los pueblos.
Así que la invitación no está hecha a cuestionar o hacer juicios de valor; no, en este momento la mesa está servida para los que decidimos quedarnos, porque sobre nosotros recae la obligación moral e histórica de empezar a hacer un país capaz de llenar las expectativas de nuestros emigrantes; que al mirar en las noticias encuentren que el sueño que los hizo dejar lágrimas familiares en el aeropuerto, vuelve a ser posible en Venezuela, que al final del día el cúmulo de experiencias y vivencias recogidas durante su travesía por el mundo las necesitamos aquí, para seguir forjando entre todos una mejor nación, y en definitiva todo eso se los podremos brindar cuando establezcamos un equilibrio social, económico y político en nuestra patria.
Es ahora compatriota, llegó la hora de hacer grande a Venezuela, porque si la pachamama reclama sus hijos, los que en ella nacieron, no habrá poder alguno capaz de destruir su determinación, es tiempo de poner cartas en el asunto, todos somos necesarios…. no es utopía presentar la misión éxodo vade retro, aunque ya la palabra misión los desanime… ¡Ya basta de extrañar!