La Policía científica realizó las pesquisas y concluyó que la muerte fue accidental. Un compañero de Alberto Carrasquero estaba manipulando una escopeta en la cancha del barrio Mi Esperanza, sin darse cuenta accionó el gatillo y disparó hacia su amigo
Un disparo de escopeta irrumpió el cuerpo de Alberto José Carrasquero Carrasquero (17). El impacto del proyectil que atravesó su pecho lo dejó muerto en el sitio. Su amigo apodado el "Monito" con quien compartía y manipulaba el arma de fuego, en la cancha del barrio Mi Esperanza de la parroquia Venancio Pulgar, trató de auxiliarlo, pero fue inútil.
A las 10.00 de la noche del pasado viernes, la comunidad escuchó una detonación y salieron a ver qué sucedía. Al acercarse hasta el recinto encontraron el cuerpo de Carrasquero tendido sobre el suelo del complejo deportivo, con una herida en el pecho.
Angustiados preguntaron qué había ocurrido y el "Monito" les explicó que junto a Alberto manipulaba una escopeta y sin darse cuenta, se accionó el gatillo y la munición atravesó el cuerpo de su compañero. "En la cancha habían varias personas reunidas, es una costumbre que tienen los muchachos. Todos dicen que fue un accidente", indicó un vecino, quien prefirió no identificarse.
Entre la penumbra, los habitantes de la calle principal de la barriada con esperanzas de salvarle la vida, solicitaron auxilio y lo trasladaron hasta el Hospital Universitario, donde les certificaron su muerte. Los residentes de la barriada limpiaron las manchas de sangre impregnadas en la escena del hecho, pero en el escalón de la entrada aún se observaban algunas gotas de sangre que corrían hasta la arena.
En la puerta de la morgue forense de Maracaibo estaba Kelly Carrasquero, su madre, esperando el cadáver de su segundo hijo, mientras sostenía la ropa que le colocaría. Ella indicó que Carrasquero era un chico tranquilo y vivía en casa de su abuela, desde hacía un par de años. "Jamás pensé que él tuviese una muerte tan fortuita", dijo con la voz entrecortada. Los familiares detallaron que la víctima abandonó los estudios y eventualmente trabajaba como asistente de refrigeración con su tío.
La Policía científica realizó las pesquisas y concluyó que la muerte fue accidental, por lo que el "Monito" no está detenido, aunque investigan la procedencia del arma de fuego que portaba.
Por otra parte, los vecinos denuncian la inseguridad que viven en la comunidad de la parroquia Venancio Pulgar. Uno de los delitos que comúnmente aborda la zona es el robo de vehículos de los visitantes. "Los carros desconocidos que ven estacionados en las casas, se los roban, pero casi siempre lo hacen en las noches. Por aquí atracan mucho".