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La Limpia es una de las rutas más transitadas del municipio Maracaibo, sin embargo, desde principios de este año la situación económica del país comenzó a trastocar progresivamente a los choferes de esta emblemática línea de transporte público del estado, pues de mil 50 carros por puesto entre asociados y afiliados que tenía la línea solo 220 están operativos y a media máquina, reflejando que este 2015 fue crítico para el gremio.
Rubén Esis, presidente de la central sindical noroeste de transporte del estado Zulia, aseguró que la situación económica actual nos está trasladando al pasado. “Estamos adoptando la modalidad del transporte africanizado, la puesta en marcha de unidades rudimentarias como chirrincheras es porque no tenemos los rubros para mantener operativos los carros. No sé dónde vamos a parar con todo esto”, al tiempo que sugirió a la colectividad no asombrarse si ven camiones 350 o 750 transportando gente porque es la posibilidad más cercana producto de la crítica situación.
Estamos perdiendo la tradición, todas las líneas están iguales no solamente La Limpia, aseguró Esis. “De los que están operativos la mitad están a punto de bajar la pala por falta de cauchos y batería y el resto no da abasto, yo le doy a los carritos dos años de operatividad, si esto sigue así vamos a desaparecer”.
Inseguridad sin piedad
Al menos de tres a cuatro carros se roban a diario en La Limpia. Según cuenta el chofer Carlos González, “el modus operandi consiste en bajar al chofer del vehículo en la vía al Panamericano y quitarle el celular, una vez que la víctima llama a su propio teléfono para comunicarse con los hampones, estos le piden entre 150 mil y 300 mil bolívares por la recuperación del carro, dependiendo del modelo y el estado del mismo, al que además siempre le quitan algunas piezas de valor”.
El chofer asegura: “Descaradamente los choros te quitan el cacharro sin piedad, carro que muchas veces ni es de uno y lo primero que te advierten es que no pongas la denuncia porque te pican y te queman la unidad, ya no se aguanta”.
Esis, por su parte, asegura que la Policía regional patrulla constantemente y les presta ayuda significativa a la línea, pero reconoció que “ya esto no es un problema de la Policía, tendríamos que tener en cada vehículo un oficial, esto es producto del problema económico y social que hay en la ciudad, aquí no se respeta ni a Dios, todo el mundo quiere marañar y sacar provecho de la situación”.
Otros que están al borde
Rubén Esis manifestó que otra línea del oeste que se ve afectada a diario por la inseguridad es Paseo El Marite- El Muro. “De dos a tres vehículos le roban a El Marite a diario, no es que falte seguridad, es que se ha perdido el control y en este plan también ellos se están quedando sin carros”. De 500 carros que tenía esta ruta, solo están operativos 100, cifra que ha disminuido en los últimos dos años.
“Nosotros nos dábamos el lujo de decirle que no a los choferes que se venían a registrar en las líneas, ya no. Estamos quedando sin transporte público de cinco puestos, estamos agonizando sin remedio. Aunque el transporte urbano debería estar incluido en una política de Estado, no es así, dan unas unidades y a los que menos tienen en cuenta es al transportista. Esos taxis se los dieron a los amigos de ellos”.
La Proveeduría no provee
Rubén Esis denunció que la Proveeduría del estado no está cumpliendo su deber. “Mensualmente lo que traen para el Zulia es una miseria, 300 cauchos es lo que traen, de esos solo le dan uno por línea, es decir que solo un chofer de cada línea del municipio puede ponerle un caucho a su unidad”, criticó la administración de los recursos de la Proveeduría calificando como “insólita” la situación.
Son explotados
Los choferes que están en modalidad de avance, es decir que deben pagar un diario al dueño del vehículo, aseguran que ya no aguantan la explotación que estos le mantienen. Los carritos por puestos deben pagar cuatro mil 500 bolívares diario, mientras que las vans y los microbuses deben pagar 10 mil bolívares.
De los 220 carros que están operativos, al menos 180 tienen los cauchos pelones.
José Martínez, conductor. “Aquí lo único que queda es cuidarnos los unos a los otros, es lo único que nos queda, porque además de que no hay repuestos, a diario nos quitan uno o dos carros, ya esto no se aguanta”.
Darwin Ferrer, chofer. “Ya nadie quiere salir a trabajar porque los repuestos están muy caros y no da la base, un caucho te cuesta 30 mil, cómo hace uno”.