
Producir
En tiempos de caída del precio del barril de petróleo, con su impacto en las arcas del Estado venezolano para soportar el presupuesto de la nación, el Gobierno perfecciona tomar una decisión en el ajuste de la gasolina para reducir el subsidio que cada vez más pesa a las finanzas, tras pérdida de los ingresos.
Asomar que la medida de acomodo se direccione al combustible de 95 octanos pisará velocidad al consumo de 91 octanos. Nelson Hernández, analista energético, señala que tras el planteamiento hay una “cuestión ideológica”. Jesús Farías, ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, soltó “desestimular” esa demanda por ser la más “costosa” para la industria petrolera.
Eulogio Del Pino, ministro de Petróleo y Minería y presidente de PDVSA, tiene el balance del costo. Producir la gasolina de 95 octanos cuesta 300 millones de dólares más a la estatal. Cada litro cuesta 1,87 bolívares. La población venezolana apenas paga 0,09 bolívares.
Hernández explica que la proyección oficial se asociación a que se impactará a “los ricos, porque tienen vehículos de lujos”, pero, en realidad será a un sector extenso. Venezuela tiene un parque automotor “envejecido” desde hace 20 años, “los carros más antiguos son los que consumen más gasolina. Un ejemplo es Maracaibo y el transporte público. Son carros viejos, deteriorados”.
Considera una inclinación inmediata. Y es que al no incrementarse el precio en paralelo, dos ajustes simultáneos, el consumo se cargará a gasolina de 91 octanos. Habrá un “trasegado” a la más barata. En definitiva, los costos de producción (operativos y gastos social) continuarán en los mismos niveles, persistirá el déficit y subsidio. A menos que se decida: reducción de personal y aplicación de precios internacionales. Esta última reducirá el contrabando de combustibles.
El Ministerio mantiene precios congelados en menos de un bolívar. El litro 91 octanos se vende a 0,07 bolívares y de 95 a 0,097. Afinar una política en una línea de producto será de “poco” impacto porque se manejan en un mismo costo. “El diferencial no es muy marcado”. La producción se diferencia por el “aditivo” para lograr cada octanaje. Es la fórmula química, precisa Hernández.
En la gestión de Rafael Ramírez, al frente del despacho, se previó que el precio de costo de producción del litro de gasolina fluctuaba entre 2,5 y tres bolívares para recuperar el balace de la actividad. Valor por debajo al precio del país vecino que cobra el litro a casi 2,2 dólares, mientras que Venezuela se acerca apenas a 0,5 al equilibrarlo a la tasa de divisa Bs. 6,30.
Datos del despacho de Petróleo presentados por el titular de la cartera revelan que 70 por ciento de los consumidores se abastece de gasolina de 91. El surtido de 95 está en 30 por ciento. El cargo de 300 millones de dólares está en el aditivo.