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Félix Merchán, secretario general del Sindicato de Trabajadores del Carbón, Minerales, Químicos y Afines, informó que los trabajadores de las minas Guajira y Paso Diablo, de Carbones de La Guajira y del Guasare se cansaron de esperar la respuesta del ministro de Petróleo y Minería sobre el aumento de sueldos y cestatiques de alimentación.
Y es que desde hace cinco años se niega la discusión del contrato colectivo para reivindicar los derechos laborales. Por eso y luego de nueve meses de negociaciones condicionadas el personal paralizó desde el lunes las operaciones en “todos los turnos” de las minas. La falta de autonomía tras la transferencia a PDVSA Industrial y las “trabas burocráticas” disgustaron a los trabajadores que “decidieron protestar” contra la gerencia nacional.
El sector de la minería tiene mil 650 mineros que acordaron elevar al Gobierno el reclamo por la omisión del compromiso laboral que “no deja avanzar ni lo productivo ni los derechos de los trabajadores”. Hay una medida unilateral para el ajuste de sueldos y cestatiques pero el ministro Eulogio del Pino se niega a firmar la resolución.
Merchán aseguró que tienen tres años rozando el salario mínimo, lo que causó una “estampida” de personal calificado que renunció a las empresas. Responsabilizó a PDVSA de las condiciones en las que se encuentran. “Porque PDVSA aporta el dinero y Carbozulia paga a los trabajadores”.
Pidió la restitución patronal porque ante la exigencia de amparo laboral ninguna dirección nacional de la estatal da respuesta concreta a la petición de la clase trabajadora. El despacho tiene la propuesta y las condiciones que establecen el retroactivo desde mayo de 2015, cuando se decidió un aumento que aún no llega a los bolsillos de los mineros.