Hoy
Esta semana pasada se anunció al ganador del concurso Sembrar el Futuro, iniciativa llevada a cabo por la Sociedad Mundial del Futuro Venezuela desde el año 2001 y que forma parte de las iniciativas de la Sociedad Mundial del Futuro. Con un ensayo sobre, ¿cómo será el mundo en el año 2050? El ganador fue Luis Eduardo Hernández (Biología, LUZ), quien representará a Venezuela en la reunión anual de esta organización.
Es interesante cómo desde la más remota antigüedad los humanos hemos estado fascinados e interesados por el futuro, y a lo largo de nuestra historia han abundado figuras como los adivinos, profetas, pitonisas, augures, brujos y videntes.
Pero es con la llegada de la revolución científica que la predicción del futuro ha ido adquiriendo un sólido basamento científico. Primero gracias a las ciencias naturales, principalmente la matemática y la física que permiten predecir el mundo físico con gran precisión. Hoy día podemos conocer con precisión las fechas de los futuros eclipses de sol, dónde serán visibles y por cuánto tiempo, con muchos años de antelación. También las mareas y las posiciones de los planetas y estrellas.
Otras áreas también se han dedicado a las predicciones, como la climatología que aunque no es tan precisa como la mecánica celeste mucho ha sido el avance de esta ciencia en los últimos 100 años.
Esto dio como resultado una visión más científica del futuro. Lo que en los inicios de la ciencia ficción se veía como sueños tecnológicos ha ido evolucionando a toda una corriente donde tecnólogos, ingenieros, científicos, políticos, sociólogos y más, convergen para estudiar con fundamentos científicos el futuro, las tendencias de la ciencia y la sociedad y qué podemos esperar dentro de 50 o 100 años.
Con datos científicos relevantes (p. e. la proyección de cuántos humanos seremos en el 2050), las nuevas tendencias conocidas como futurología, los estudios de futuro o la prospectiva buscan sistematizar el estudio del porvenir, como la historia en las ciencias sociales ha sistematizado el estudio del pasado.
Quizás más adelante los estudios del futuro alcancen la categoría de asignaturas de estudio y de ciencias. Mientras, felicitamos a Luis Eduardo y a los organizadores por la iniciativa.