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Tuvo problemas para aceptar las críticas y se las dio de diva. Ese fue el motivo por el cual la carrera de Katherine Heigl se fue a pique tras pasar por un excelente período, según confesó la propia actriz en una entrevista reciente a una agencia internacional. La exestrella de Grey’s Anatomy fue uno de los rostros de moda de Hollywood hace algunos años atrás, con comedias como 27 Vestidos (2008), La Cruda Verdad (2009) y Ligeramente Embarazada (2007), pero su poca humildad a la hora de relacionarse con sus compañeros de trabajo le terminó pasando la cuenta.
La estadounidense de 37 años adquirió reputación de “conflictiva” en el interior de la industria, y no supo cómo manejar esa situación. “He necesitado terapia”, confesó al hablar de este tema con Howard Stern, uno de los locutores radiales más populares de su país. Una de las polémicas que protagonizó la actriz fue durante los Emmy 2008, un año después de haber alzado el trofeo a Mejor Actriz Dramática por su rol como la doctora Izzie Stevens en la serie sobre médicos. Heigl no asistió a la gala porque consideró que la producción no merecía estar nominada.
Lo anterior fue percibido como una ofensa por la creadora de la producción, Shonda Rhimes, una de las mujeres más poderosas de la televisión estadounidense. Y aunque luego se arrepintió, el daño ya estaba hecho. “Fui a hablar con Shonda y le dije ‘lo siento’. Eso no estuvo bien y no debería de haber dicho lo que dije”. La actriz también lamentó en la entrevista haber criticado al productor Judd Apatow (Virgen a los 40), quien la ayudó a ganar popularidad en la industria del cine. Heigl dijo en una oportunidad que sus filmes son “sexistas” por la poca presencia de mujeres en ellos, y aprovechó la conversación radial para recalcar que eso “fue una estupidez”. Katherine ha participado en varios proyectos televisivos y cinematográficos en los últimos años, pero ya no es una figura atractiva para los grandes estudios.