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Los venezolanos estamos viviendo envilecidos y miserablemente por culpa del régimen madurista que ha afectado el nivel de calidad de vida hasta lo indecible. ¿Quién puede creer que un país productor de petróleo se encuentra metido en lo que respecta al renglón calidad de vida por debajo de Haití? Asombra el hecho, pero es cierto.
La miseria se acentúa aún más ante el hecho de que el gobierno madurista se niega a aceptar ayuda humanitaria que ofrecen el Gobierno español y EEUU. ¿Razones? En primer lugar, -alegan los más conspicuos representantes del régimen en la OEA, ONU y Ginebra-, en Venezuela no hay ninguna crisis humanitaria. Son puros cuentos chinos de los sempiternos enemigos de la revolución bolivariana, un teatro vil que monta la gente, haciendo colas sin tener razón ni motivo alguno, habida cuenta de que en el país hay suficientes productos alimenticios, materia prima y medicamentos, para la satisfacción de todas las necesidades.
En segundo lugar, porque tal ayuda la ofrecen los enemigos de la patria para demostrar que Venezuela está quebrada en todos los sentidos y que eso no es verdad, sino una vulgar intriga de los sempiternos envidiosos que buscan apoderarse de la riqueza de nuestro país.
Otra tercera razón es su procedencia: La ayuda viene del imperio y el país hace tiempo que está montado en una lucha antiimperialista. Habrá que preguntarse si eso fuera así, ¿cómo entonces andan de tú a tú con los otros malucos imperios, haciendo negocios y dejándose explotar y corromper por los rusos y los chinos, imperialistas de cuño? ¿O es que acaso hay dos tipos de imperios: Los buenos y los malos?
Miseria humana es la de los dirigentes que empobrecieron al venezolano hasta el extremo de que neonatos mueran diariamente por falta de leche; niños por falta de antibióticos, enfermos de cáncer y sida por falta de drogas y retrovirales.
Miseria y envilecimiento total es a lo que tienen sometida a la población entera, con políticas de robos, corruptelas, contrabando, drogas, impunidad, falta de seguridad personal, sin agua, sin energía eléctrica, con los malls a punto de cerrar por falta de corriente eléctrica. ¿Qué espera nuestro pueblo para reaccionar contra el oprobio y la burla descarada de la dictadura de Maduro?
El artículo 350 de la CNB habla de la desobediencia civil como vía constitucional pacífica y democrática para hacerle ver al mundo entero que todavía en Venezuela queda un pueblo digno.