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Maduro asustado amenaza: “Golpes de Estado como en Brasil van a hacer que nos radicalicemos más”. Sin el incondicional apoyo de Argentina y Brasil tiene que decir adiós al Mercosur, en otras manos el organismo dejará de servirle como ente legitimador de sus desafueros antidemocráticos.
Maduro se ve en el espejo, observa las barbas de Lula arder, la solución brasileña ajustada a derecho, se puede aplicar como anillo al dedo para solucionar la crisis venezolana. Afirmar que se radicalizará es confesar que el régimen está dispuesto a aumentar la violencia y a violar las leyes como respuesta, su único objetivo es evitar que le caiga encima el peso de la ley.
En la Venezuela chavista la norma es no respetar la separación de poderes, de hecho el Ejecutivo controla la Justicia, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y el árbitro electoral, todo en manos del partido oficialista del Gobierno, gracias a procedimientos ilegales y violatorios de la Constitución nacional.
Sabíamos que todo iba a ponerse peor, ningún país regalando, robando y malbaratando el presupuesto nacional es viable, intuíamos que cuando la crisis económica explotara, el pueblo abriría los ojos y reaccionaria, pues ese momento llegó. Se crearon esperanzas de un cambio pacífico con el triunfo de la oposición en las elecciones legislativas, pero una justicia corrompida por el Poder Ejecutivo, decidió violar la Constitución, desconocer la voluntad popular y las atribuciones del Parlamento nacional.
Maduro debe estar “atragantado”, viendo la Kirchner, la Rousseff y Lula a la orden de los tribunales de sus propios países. Acorralado se vuelve peligroso, no se atreve ni a pestañear, solo ve fantasmas, monstruos, guerras imaginarias y pajaritos que lo insultan por incapaz. A su alrededor le quedan pocos, cuenta con el consejo avizor de la primera combatiente y mas allá con los Castro.
La combatiente también sufre lo suyo, tratando que sus narcosobrinos no hablen más de la cuenta y terminen inculpando a la familia y al “sobrino preferido”, el que le cuida sus economías, garantía del bote salvavidas que presiente necesario y cercano. Sabe que se escuchan ruidos de sables, que la familia Chávez no los quiere y que Diosdado sino fuera porque también le conviene, ya hubiera dispuesto de su permanencia en el poder.
De ahora en adelante la libertad de los opositores pende de un hilo, la desesperación es mala consejera, los medios de comunicación sufrirán más persecución y controles, se producirán más violaciones contra la libertad de expresión. Los pocos empresarios privados que quedan, correrán riesgos gravísimos y las milicias pretorianas podrán atentar contra su integridad física.
Igualmente los estudiantes, los profesores, los médicos, los sindicalistas, todos los que se atrevan a protestar. Pero la gran tragedia de régimen es que la gente perdió el miedo, el nerviosismo se ha apoderado de mucho dirigente medio del PSUV, corresponsables de la tragedia y sin tener hacia dónde escapar.
Tienen la certeza que sin comida, sin medicinas, sin agua, sin electricidad, sin trabajo, sin hospitales, sin seguridad, obligados a permanecer la mayor parte del día en colas y encerrado en las noches escapando del hampa y ahora sin esperanzas, al pueblo solo le queda el camino del cambio radical, urgente e inmediato.
Maduro es el hazmerreír internacional, frente a una crisis sanitaria y económica de las magnitudes que sufrimos, sin tener qué comer y con qué curarse. El régimen decreta, cambiar de nuevo la hora del país, quitarle un día de clases a los estudiantes y poner a trabajar los funcionarios públicos tan solo dos días por semana. Recomienda cultivar en jardineras lo que no producen las tierras expropiadas, comer arepas de harina de caraotas, olvidado decir que las mismas tampoco se consiguen, según ellos las “brillantes” medidas lograrán que haya más comida sin hacer colas, más medicinas con que salvar la vida de nuestras familias, que la electricidad no falle y tengamos agua en abundancia.
Pero parece ser que las medidas no funcionan y la rabia popular fue lo único que aumentó, por eso decidió pasar a la última fase, como cualquier “dictadorzuelo” comenzó por aprobar un decreto con el que queda facultado para tomar medidas “de orden social, ambiental, económico, político y jurídico”. De esta manera se libra del Parlamento y comienza a ejercer públicamente como dictador.
El circo que montó en el Tribunal Supremo se apresuró a obstaculizar al nuevo Parlamento y la graduada del partido Podemos español avala cínicamente, que el mayor tribunal del país apruebe decisiones contra la propia Constitución.
Todo el que la teme sale a opinar, José Vicente afirma que lo que existe es una percepción de caos y vulnerabilidad colectiva, con el objetivo de crear un clima de temor. Ironías de un supuesto comunicador que busca ocultar la realidad con frases huecas, la tontería de una tremenda percepción de colas interminables, porque el pueblo está pasando hambre.
El títere con gorra de Vladimir Padrino sostiene que la Fuerza Armada es víctima de una campaña de descrédito promovida por la oposición. Ponga atención general, los únicos responsables de la animadversión que han despertado son ustedes mismos, por su conducta antipatriótica y permitir que desde La Habana, por colombiano interpuesto, se gobierne a Venezuela.
Si ustedes perdieron el afecto del pueblo ha sido por sus desmanes, asesinatos, violaciones de derechos humanos, de tanta gente que protesta por la libertad y la democracia y por el atropello que han cometido contra los presos políticos y sus familiares.
Hay mucha gente fallecida durante los años del chavismo y el usurpador, demasiados muertos para lo que merece Venezuela. Hay hambre y necesidades, el país sabe cómo han robado, cómo se llevaron el tesoro nacional a paraísos fiscales, vio la comida podrida, visiona por Internet a militares acompañados de colectivos disparando contra civiles, golpeando y asesinando jóvenes y mujeres.
El pueblo sabe que el futuro está comprometido con la China, no ignora que los cubanos, bolivianos, ecuatorianos, brasileños, nicaragüenses, rusos se han beneficiado más que los venezolanos, porque nosotros teníamos que ser empobrecidos para manipularnos. Por eso hacemos colas y no tenemos medicinas, por eso es que ningún funcionario corrupto, narcotraficante o ladrón de divisas está preso.
Muchos generales se quieren deslindar, ya no se ocultan, dicen por ahí que Diosdado tomó consejo, que tiene preparado su plan B, para cuando tenga que salir corriendo. Cualquier yate rápido lo llevaría a una isla del Caribe que pertenece a Europa.
Hasta se afirma que parte de su familia, como avanzada y preparando el terreno, ya se encuentra residenciada. Maduro y Cilia deberían poner sus barbas en remojo.