Los deportes de combate sacaron la cara para el país, aportando más del 50 % de las medallas, pero las disciplinas centrales del ciclo olímpico: natación y atletismo quedaron muy en deuda
Se bajó el telón de los XVII Juegos Panamericanos Toronto 2015, última parada antes de los JJOO Río 2016, y para Venezuela es momento de hacer un balance de cara a la venidera cita de los cinco aros.
En el máximo certamen deportivo del continente la delegación tricolor no dio la talla, quedó muy lejos de los pronósticos que aseguraban el mejor desempeño histórico. Se prometieron 18 preseas doradas y se consiguieron ocho.
La actuación de los criollos en la justa canadiense, con 50 medallas en total (8 de oro), representa la quinta mejor participación histórica de los patrios en unos Juegos Panamericanos, en cuanto a cantidad de metales, y la sexta mejor performance, en relación a las medallas de oro cosechadas.
“Hemos estado en más de 20 finales y en al menos 12 fuimos superados por Estados Unidos y Canadá, y en otras cedimos ante Cuba y Colombia. Creo que faltó un poco de madurez y de fogueo internacional”, así explicó la “nota baja” de Venezuela en Toronto Eduardo Álvarez, presidente del Comité Olímpico Venezolano.
Salvan el honor
La mitad (más uno) de los metales patrios llegaron por intermedio de deportes de combate como la lucha (8), el karate (5), la esgrima (6), el boxeo (6) y el taekwondo (1). 26 preseas que ayudan a maquillar el balance final de los patrios.
La esgrima se apoyó en la categoría mundial del campeón olímpico Rubén Limardo. El espadachín bolivarense aportó dos metales dorados a la representación criolla que a la postre aseguraron el octavo lugar para Venezuela.
Otra disciplina que salvó el honor de los nacionales fue el levantamiento de pesas. Artífice de 10 medallas en Guadalajara 2011, la halterofilia generó siete preseas en Toronto 2015, incluyendo el par de doradas que abrió la cuenta áurea para los criollos.
En tanto, deportes que no estaban en los papeles se estrenaron con metales en la cita canadiense, como la equitación (Andrés Rodríguez) y el esquí acuático (Juan Méndez).
En total, de los 28 deportes que tuvieron la participación de los 354 atletas naciones, sólo 18 pudieron aportar metales. El resto de las disciplinas, algunas con una proporción considerable de deportistas como el canotaje (18), el judo (12) y el remo (10), no subieron a sus atletas al podio.
En deuda
La natación y el atletismo, disciplinas que representan el corazón del olimpismo, fueron la principal decepción para los patrios. El nivel panamericano puso los pies sobre la tierra a unos atletas criollos, que suelen lucirse en el ámbito centroamericano y sudamericano. En Guadalajara 2011, la natación sumó ocho metales y el atletismo cinco.
En Toronto 2015, apenas dos metales (una de bronce y una de plata) fueron ganados por la natación, todos por cuenta de la aragueña Andreina Pinto. Performance que contrasta con las 22 medallas (siete de oro) que fueron conquistadas por Venezuela en los últimos Juegos Sudamericanos 2014.
Rosa Rodríguez fue el orgullo aislado del atletismo. La oriunda de Portuguesa, cuyo cupo a Río 2016 ya está asegurado, cumplió con los pronósticos al quedarse con la presea dorada en el lanzamiento de martillo, pero esa fue la única alegría del país en las pistas.
En cambio, los zulianos olímpicos Alberth Bravo y Nercely Soto, medallista de oro en los Juegos Sudamericanos 2014 y en los Centroamericanos y del Caribe 2014, o Robeilys Peinado, campeona mundial juvenil, fallaron de manera alarmante. Con 16 preseas (seis de oro), Venezuela había sido tercera, por detrás de Brasil y Colombia, en la justa de América del Sur.
enero 11, 2025 - 3:04 pm
