Rubén Ramírez Cáceres, director del cuerpo policial, negó el intento de fuga y explicó que los reclusos fueron trasladados de un lado a otro, dentro de la sede, para hacer reparaciones al sistema de plomería
Al menos 66 privados de libertad estuvieron a punto de escapar del comando de Polimaracaibo, en la Vereda del Lago, a través de un boquete que ocasionó una obstrucción en el sistema de plomería de la estructura.
Los familiares de los reclusos denunciaron que no pudieron entregar los alimentos a sus parientes debido a que estaban reparando la abertura hecha por algunos internos con un cincel. Indicaron que el intento de fuga ocasionó un colapso en las tuberías.
El problema se extendió hasta las 3.00 de la tarde y los presos demostraron su molestia golpeando las paredes. Una vez solventada la situación los allegados a los reclusos pasaron con sus respectivas viandas a entregarles la comida.
Rubén Ramírez Cáceres, director del cuerpo policial, negó el intento de fuga y explicó que los privados de libertad fueron trasladados de un lado a otro, dentro de la misma sede, mientras se hacían reparaciones al sistema de plomería del comando. “Había una obstrucción en la tubería y hubo que meter un rabo de cochino para permitir el paso del agua”.
El jefe policial comentó que las reparaciones ocurrieron en la hora del almuerzo y por eso no permitieron el acceso a los parientes de los privados de libertad. “Esto ocasionó molestia tanto en familiares como en los mismo detenidos. Sin embargo una vez solucionado el problema, todo se normalizó”.