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La Fiscalía retiró los cargos contra los tres policías que quedaban por juzgar en el caso de la muerte del joven negro Freddie Gray en Baltimore, lo que cierra sin ninguna condena un episodio que desató la tensión racial en EEUU y levantó el debate sobre la violencia policial contra las minorías.
Con la denuncia que el proceso judicial estaba “sesgado”, los fiscales se rindieron en su intento de imponer cargos criminales a seis policías por la muerte de Gray, un joven de 25 años que falleció en 2015 después de una semana en coma por las graves lesiones sufridas mientras era trasladado en un unidad policial.
“Podríamos haber juzgado este caso y casos como este 100 veces, y aun así lograríamos el mismo resultado”, aseguró la fiscal general de Baltimore, Marilyn Mosby, en un discurso después del anuncio.
La fiscal había prometido hacer justicia en lo que considera un “homicidio” de Gray a consecuencia de la negligencia de los policías, pero hoy su oficina anunció que retiraba los cargos contra los agentes Garrett Miller, William Porter y Alicia White, que iban a ser juzgados este año por el suceso.
“Teníamos que considerar que las probabilidades de condena eran pésimas”, dijo Mosby, al recordar que el juez encargado del caso, Barry Williams, había absuelto ya a otros tres policías que afrontaban cargos peores: Brian Rice, Edward Nero y Caesar Goodson.
Mosby aseguró que el Departamento de Policía de Baltimore influyó de forma desmedida en todas las etapas de la investigación y el juicio y que todo el proceso estuvo teñido de “un sesgo inherente” que ocurre “cuando la policía hace de policía consigo misma”.
El caso criminal se cierra así sin ninguna condena por un suceso que reabrió la fractura racial en Estados Unidos y generó graves disturbios en Baltimore (Maryland), centenares de detenciones y protestas en todo el país dentro del movimiento “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”).
“Lo que (los policías) le hicieron a mi hijo estuvo mal. Mintieron y yo sé que mintieron. Sé que lo mataron”, dijo hoy la madre de Gray, Gloria Darden, a los periodistas.
La Fiscalía aseguraba que los agentes no cumplieron con su deber al no poner el cinturón de seguridad a Gray cuando lo arrestaron y lo metieron en el furgón policial con esposas en las muñecas y grilletes en las piernas.
Eso le impedía agarrarse a ningún sitio para evitar golpearse contra las paredes metálicas del vehículo durante los giros bruscos y frenazos que hubo durante el viaje, lo que, según la acusación, le causó los daños en la médula espinal que llevarían a su muerte.
Mientras, representantes de los seis policías implicados celebraron hoy el resultado del proceso y disputaron la versión de los hechos presentada por la fiscalía.
“Se ha hecho justicia”, dijo Gene Ryan, representante de una organización que reúne a agentes de policía de Baltimore.
El abogado Ivan Bates, que representa a la agente Alicia White, habló hoy en nombre de todos los policías implicados en el caso, y criticó a la fiscal general por considerar que no investigó bien la muerte de Gray.
“Todo el mundo quería averiguar qué le pasó a Freddie Gray”, aseguró Bates, y dijo que creía que lo que ocurrió fue que el joven se cayó hacia atrás y se lesionó en una de las paradas del furgón, y la Policía llamó a la ambulancia pero ésta llegó tarde.
Los seis agentes todavía están sujetos a investigaciones internas del Departamento de Policía que podrían determinar si vuelven a patrullar las calles de Baltimore, aunque cuatro de ellos ya han comenzado a recibir de nuevo su salario y dos lo harán pronto, según el diario local The Baltimore Sun.