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Adláteres del Gobierno con el apoyo de las FANB el 05/01/2020 ocuparon zonas aledañas al recinto de la Asamblea Nacional para obstruir el paso a los diputados, quienes iban a ejercer su deber de elegir una nueva directiva en la AN. Para los personajes de Miraflores que fungen de Poder Ejecutivo fue fácil la estrategia violenta y descarada que mostró su felonía antidemocrática. Ya lo anticiparon el 5 de julio de 2017 cuando atacaron con armas blancas, palos y tubos a los diputados de la oposición. Es la ley del más fuerte, para imponer un gobierno sanguinario, con violencia y actos ilegales, la tiranía.
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Estos que se hacen llamar bolivarianos son el émulo de los paecistas de 1848, quienes derrotados por los liberales querían imponer al gobierno sus adláteres y sátrapas para manipular el Ejecutivo a su antojo, a lo que José Tadeo Monagas se opuso para defender su autoridad y la Constitución. Mientras Páez con testaferros y empresarios conservadores conspiraban para convocar una plenaria fuera del recinto y elegir una directiva con un quórum de 30 magistrados de 63, que era el total para entonces. La idea era haberse del poder mediante la imposición de un jefe militar -a Páez- enjuiciar a Monagas acusándolo de traidor (sin justificación valida), imponer la ley marcial a los revoltosos y restringir el derecho al sufragio únicamente a los “ciudadanos honorables”.
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Lo sucedido el 05/01/2020 fue algo insólito en la historia política del mundo, pero no imposible, ya que así manejan los violentos comunistas las actividades represivas contra el orden establecido mientras no se acaten y se cumplan sus imposiciones dictatoriales. Así como ocurre aquí (Venezuela) ocurrió en Cuba, ocurrió en Camboya, ocurrió en Bosnia, ocurrió en Libia. Estos, dizque bolivarianos, están decididos a perpetuarse en el Gobierno e imponer su guion de miseria para someter al pueblo a su dependencia. El lema de acabar con la pobreza es solo lema, no voluntad de trabajar para ello. Si la hubiera, entonces acabarían con la pobreza matando de hambre a los pobres. Pero no quieren eso, ¡menos mal! Porque el objetivo establece que la pobreza hay que mantenerla, pues, su piso político son los pobres. Lo dijo Giordani a Lameda, “los pobres tendrán que seguir siendo pobres, los necesitamos así”. Algo similar dijo Héctor Rodríguez, el 2014.