Rogamos
Las universidades autónomas y públicas del país, ven repetida la historia contra el intelecto y la libertad de cátedra. Se estimulan y crean centros de educación superior de muy, pero muy bajas condiciones académicas, generando hordas de seudo universitarios, que en esencia son conmilitones de una tragedia política, cultural, económica y social que denominan socialismo del siglo XXI, generador de los peores de los males que azota al país.
La muerte de un estudiante de LUZ en refriegas muy comunes, dadas las existencias de bandas violentas que afectan la vida universitaria, ha generado un ataque mediático contra la Universidad del Zulia y en la persona de su Rector, de parte del ciudadano gobernador Francisco Arias Cárdenas, utilizando un verbo que nos resulta extraño, dada su conocida ponderación que lo había diferenciado del común chavista. Nos negamos a aceptar que él haya acatado el manido libreto cubano de arremeter contra toda persona o institución que no sea connivente con la conducta del régimen. Aun más, cuando para enfrentar jurídicamente el hecho delictivo acaecido, existen los órganos administrativos de justicia y sería en todo caso y en principio, quienes debieran hacer señalamientos con base a investigaciones practicadas. No podemos pasar por alto esa nueva faceta del gobernador, porque somos hijos agradecidos de nuestra madre intelectual; en ella nos formamos y le debemos gratitud eterna.
Quizás el secretario general de Gobierno, hijo también de la universidad venezolana, formado en cualquiera de las que aún existen, hubiera manejado con sentido universitario este trágico suceso. Empero, rogamos porque esa irrupción del primer mandatario estadal, no sea una estrategia para coadyuvar al sometimiento del libre pensamiento que representa la universidad.
Las universidades nacionales, están atrapadas en la ruina económica deliberadamente planificada por el régimen. El oprobio se concentra en la aspiración de la sumisión al castro-madurismo y la forma inicial es económica, luego vendría la represión. Se le niega al profesor y trabajador universitario, una vida digna, pero se han dilapidado cientos de miles de millones de petrodólares, fomentando regímenes de otros países e industrias del armamento militar ruso, chino, etc. Oscuridad en casa; claridad en la calle alimentando odio social y violencia.