Los pastores del Ministerio de Abundancia Mundial en Maracaibo, Wilson y Ana de Meléndez manifiestan que en las escrituras hay dos mandamientos muy importantes: amar a Dios por sobre todas las cosas y amar a tu prójimo como a ti mismo.
Según las estadísticas, uno de cada cinco niños está sufriendo de bullying intenso y una de cada tres víctimas de este flagelo está intentando suicidarse. Debido a esto, el pastor Wilson Meléndez enfatizó que el bullying es como un arma de fuego que mata.
“Por causa de la maldad, el amor de muchos se enfriará”, esas fueron las primeras palabras de los pastores del Ministerio de Abundancia Mundial, ubicado en Maracaibo. Para ellos, el bullying es un arma que mata al alma, por lo que debe existir el perdón para sanar.
Wilson Meléndez y su esposa Ana de Meléndez manifestaron que el acoso no solo lo padecen los niños, niñas y adolescentes. Los adultos también pueden ser objetos de bullying, por eso, deben saber manejar la situación y perdonar a su agresor para no marcar su corazón con tristezas.
“El acoso existe desde hace mucho tiempo. En las escrituras hay varias historias sobre eso. A nosotros, como iglesia, cuando nos llegan este tipo de casos de bullying, tenemos un departamento de consejería y mentoría espiritual con el fin de ayudar a la familia y a la víctima a sobrellevar la situación, además de aconsejarlos para que limpien el alma”, lo dijo Meléndez.
“El bullying es un arma de fuego que mata”
El pastor Wilson Meléndez citó el versículo bíblico de 1 Juan 3:15: “Todo el que aborrece a su hermano es homicida”.
El bullying es tan peligroso como un arma de fuego, el cual se dispara con la lengua que tiene la capacidad de destruir.
Hay que especificar lo que es bullying, además de saber diferenciarlo, con la finalidad de defender a los jóvenes ante este acoso.
“Debemos crear una confianza con nuestros hijos, para identificar si tienen un cambio en su comportamiento, que nos pueda alertar que pasa algo en la escuela o fuera de casa, tras saber esto, siempre enseñamos a nuestros hijos a perdonar, para que no continúen con ese dolor”, manifestó Ana de Meléndez.
Los pastores comentaron que su hijo mayor fue víctima de acoso escolar por su creencia religiosa.
“Nosotros les enseñamos a nuestros hijos cómo deben contestar ante un ataque de ese tipo, los dejamos crecer, si vemos que es constante le demostramos que mamá y papá están con ellos para defenderlos, pero primero los dejamos que ellos sean los que defiendan quiénes son”, manifestó la pastora Ana.
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