La familia Javier Antonio Chávez Martínez (36) explicaron que solicitó el vehículo para ir a comprar la cena y nunca volvió. La Policía le contó siete heridas de bala al cuerpo. Presumen que el motorizado se resistió al robo y los atracadores se ensañaron con él
La viuda de Antonio Chávez Martínez (36) no se contuvo. Apenas vio el cadáver de su marido ingresar en una bandeja a la morgue forense se abalanzó sobre su acompañante. Lloró amargamente hasta que cerraron la puerta de metal, roja.
Al vendedor de embutidos lo asesinaron, el pasado lunes a las 9.00 de la noche, en el barrio Zulia de la parroquia Antonio Borjas Romero. Le prestó la motocicleta a su hermano para ir a comprar la cena y a los pocos minutos les avisaron de su asesinato. Se enfrentó a los atracadores que se interpusieron en su camino para robarlo, comentó uno de sus allegados.
Dos de los asaltantes le exigieron su celular, el vehículo prestado y la cartera. Por negarse a entregar sus pertenencias le dispararon a quemarropa. Se le contabilizaron siete heridas de bala, detalló uno de los oficiales que se acercó al Centro de Diagnóstico Integral Plateja para atender la denuncia del crimen.
A la familia le avisaron los vecinos y entre todos los trasladaron al centro de salud. Allí ingresó sin vida, pero su cadáver lo llevaron ayer en la morgue forense para la necropsia. De sus atacantes no hay pistas. Los testigos se negaron a describirlos por temor.
La investigación se inclinada al robo como móvil, pero no descartan hipótesis. Se reportaron, el pasado lunes, decenas de irregulares en los sectores al oeste de Maracaibo y las comunidades cooperaran muy poco para ayudar a capturar a quienes participaron en los robos a transeúntes y conductores.