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Motorizados armados sorprendieron a Dixon Urdaneta, de 56 años, mientras surtía de agua potable su camión cisterna, en el sector El Claro, parroquia Ana María Campos, del municipio Miranda, y le dispararon unas 10 oportunidades.
El homicidio se produjo ayer, a las 11.00 de la mañana, frente a una docena de testigos. Estos contaron a los oficiales que los sicarios rondaban el lugar desde el pasado lunes. Jamás imaginaron que querían asesinar a Urdaneta.
El camionero llegó a trabajar muy temprano al llenadero. Todo estaba normal, hasta que nuevamente llegaron los motorizados, preguntaron por el precio de una carga completa de agua, caminaron sigilosamente a su objetivo, lo llamaron por su nombre y le dispararon.
Todos corrieron y se resguardaron de las balas. Los desconocidos no dispararon contra nadie más. Remataron a Urdaneta con un tiro de gracia, se subieron a la moto y huyeron rápidamente.
Los efectivos de la Policía regional llegaron al lugar para resguardar el área, mientras llegaba la Policía científica. Apartaron a los curiosos y protegieron al resto de los trabajadores.
Quienes conocían a Urdaneta se sorprendieron de su homicidio. Lo describieron como muy trabajador y honesto. Todos los días iba hasta El Claro hasta cuatro veces a carga su cisterna, nunca estuvo en malos pasos.
El cuerpo de Dixon fue trasladado hasta la morgue del Hospital de Cabimas por los efectivos del cuerpo detectivesco para hacerle la necropsia de ley.
Familia peligrosa
Dixon Urdaneta era tío materno del “Puchungo” y papá de Luis Terán, alias el “Pepito”, a quien asesinaron a tiros el 14 de febrero en un estadio de Santa Rita, junto a otros tres vecinos, quienes presuntamente eran lugartenientes del delincuente.