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Las 50 detonaciones retumbaron ayer en las calles del sector La Plaza del municipio La Cañada de Urdaneta. A Andry Enrique Parra Parra y Jonathan Meleán Meleán los emboscaron. Dos carros se le atravesaron al camión Super Duty gris en el que se desplazaban y sus pasajeros los tirotearon. A unos kilómetros del lugar, asesinaron, 18 horas antes, al sobrino político de la alcaldesa, Evans Alfonso Atencio (28); y a su amigo, Alejandro Acero.
A las 2.00 de la tarde, los efectivos de la Policía regional recibieron el reporte del doble crimen. Se trasladaron hasta el lugar y consiguieron los cuerpos dentro de la unidad agonizando. En segundos llegaron los detectives de la Policía científica y en una de sus patrullas trasladaron a los heridos hasta el Hospital Concepción I, donde llegaron muertos.
Una docena de funcionarios se quedaron en el lugar del suceso. Cerraron la calle 3 de la parroquia Concepción y comenzaron la experticias, y la planimetría. Dijeron que los occisos se desplazaban por el sector cuando dos vehículos de características desconocidas los interceptaron. Los vecinos y los curiosos aseguraron no haber visto ni escuchado nada. El temor a represalias los paralizaba.
Un carro interceptó de frente al camión. Desde esa perspectiva Andry y Jonathan recibieron disparos. Trataron de maniobrar para escapar. Retrocedieron y otro automóvil les trancó el paso por detrás. Desde allí también les dispararon. Parra y Meleán estaban armados y también respondieron con tiros, pero perdieron el enfrentamiento.
Quien iba de copiloto se bajó malherido del camión, placa A74AK5L, y dejó sobre las alfombras sus zapatos de cuero marrón. Descalzo, a la altura del caucho trasero de la plataforma negra, se desplomó. Cayó sobre el pavimento boca arriba y a un lado de él un "peine de pistola calibre 9 milímetros", según las autoridades. Estos aún evalúan si ese cartucho pertenecía a las víctimas o a los sicarios.
Fuentes del cuerpo detectivesco indicaron que este doble homicidio podría estar vinculado con el de Alejandro Acero, hijo de una maestra y Evans Atencio, sobrino de Nidia de Atencio, alcaldesa del municipio cañadero, ejecutados el pasado lunes a las 8.30 de la noche, dentro del Deposito Urdaneta, en el sector El Chaparral del Sur.
Las investigaciones en torno a ambos casos apenas se iniciaron. "Estos crímenes se deben a la guerra entre bandas. Todo apunta que la gente del Jhon Wade los mandó a liquidar", dijo el informante, quien agregó tampoco descartar otras hipótesis hasta que las averiguaciones no culminaran.
24 horas antes
Con respecto al homicidio de Acero y Atencio las autoridades contaron que sus homicidas los estaban cazando. "Las víctimas iban y venían. Andaban en un camión. Buscaban dos cervezas y se retiraban. Tenían unos 10 minutos de haber llegado al lugar cuando los interceptaron y los ultimaron", recordó un vecino, que prefirió no identificarse.
Los Acero y los Atencio aseguraron no saber nada con respecto al crimen. "No sabemos si nuestro pariente estaba siendo extorsionado o tenía alguna deuda", dijo un familiar de Evans ayer en las adyacencias de la Policía científica. Este agregó que su allegado trabajaba con su padre y un hermano trayendo conchas de arroz de Acarigua. Dejó un hijo y a su esposa embarazada con quien vivía en Los Jovitos.