¡Adiós chavismo!

 

Las conversaciones entre Gobierno y oposición son cosa diaria, a nadie debe sorprender. El objetivo es continuar alimentando la disconformidad del opositor ante su dirigencia; dirigencia que (sin querer justificar sus errores) es asediada por las instituciones chavistas, al final de cuentas Maduro busca nutrir la abstención en las próximas regionales

El madurismo es la etapa superior del chavismo, el mismo gobierno aferrado al poder pero sin petrodólares que malbaratar, valiéndose de la violencia permisada por instituciones que dejaron de ser públicas para convertirse en partidistas. Si Chávez estuviese vivo estaría ocurriendo exactamente lo mismo, no olvidemos que él dejó la ominosa receta detallada “El Plan de la Patria” y a sus mismos colaboradores.

Dieciocho años de gobierno absolutista no pueden irse de la noche a la mañana. Desde 2014 el proceso comenzó acelerarse, hoy es indetenible, será tan traumático como la terquedad de los gobernantes rojos a retener el poder “sea como sea”, poder que usurpan, pues si el revocatorio y las regionales se hubiesen celebrado como correspondía en 2016, hoy Venezuela tendría nuevo Presidente, nuevos Ministros, gobernadores, Consejos Legislativos y, este año, nuevos Alcaldes.

Una vez más el Gobierno intenta hacer del “diálogo” un show, de eso vive. Las conversaciones entre Gobierno y oposición son cosa diaria, a nadie debe sorprender. El asunto es que, a sabiendas del rechazo del pueblo opositor al diálogo, el Gobierno lo cacarea, lo promociona y lo divulga por todos los medios posibles.

El objetivo es continuar alimentando la disconformidad del opositor ante su dirigencia; dirigencia que (sin querer justificar sus errores) es asediada por las instituciones chavistas; al final de cuentas, Maduro busca nutrir la abstención en las próximas regionales, sabe que hay dos únicas formas en que las podría ganar: con una alta abstención de la oposición (igual que en 2005 y 2012) o saltándose la ley, esto último continuaría agravando su ya excepcionalmente crítica condición de sostenibilidad.

El chavismo se encuentra sin apoyo popular, todo cuanto tiene es por inconstitucionalidad y violencia; la comunidad internacional es especialmente susceptible ante los crímenes electorales, el Gobierno se quedó solo, con socios extranjeros a los que cada vez les es más difícil obtener beneficios a costillas de venezolanos, nuestras riquezas.

Todos los escenarios son nefastos para el Gobierno; por eso podría suspender las regionales totalmente o en los estados fronterizos, para no perder la maniobrabilidad de esa peculiar zona. El Gobierno no genera confianza, aun queriendo corregir sus desaciertos, difícilmente podría encontrar apoyo dentro o fuera de nuestras fronteras… el chavismo está ido. 

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