Chelsea Venero, de 16 años de edad, es el principal apoyo de su madre, Yeilyn Ibarra. Sin embargo, su vida dio un giro drástico el pasado 29 de julio, cuando fue detenida y el mundo de ambas se desmoronó. Desde allí, la adolescente le ha enviado cartas a su madre, en la que expresa que “tengo mucho miedo, mami, estoy agotada, muy débil”.
Ese día, Chelsea había salido a la casa de su tía en Guacara, Carabobo, para buscar una medicina destinada a su hermano menor, de apenas 4 años. En el camino de regreso a su hogar, fue interceptada y detenida.
“Ese día todo estaba muy muy feo, estaban saqueando y ella decidió quedarse en casa de mi hermana. Cuando ella se viene y logra salir, alguien la va a buscar en una moto y cuando están cerca de Mercal, en ese momento, se encontraban los funcionarios de la PNB (Policía Nacional Bolivariana) y hubo un intercambio de disparos. Mi hija salió corriendo para resguardarse cuando la consiguieron y se la llevaron detenida”, afirmó su mamá.
Su madre cuenta que la consiguió dos días después porque no le proporcionaron información sobre la reclusión de la niña. “Yo la busqué hasta en los hospitales y unos familiares me ayudaron a encontrarla, estaba detenida”.
Cuando se dirigieron al Fuerte Paramacay, un funcionario le indicó: “Sí, está aquí, de aquí no va a salir”. Mientras estuvo en el recinto, Chelsea fue víctima de múltiples abusos y fue golpeada brutalmente. “La querían obligar a hacer un video en el que admitía hechos que no había cometido y ella se negó”, denunció su mamá.
Pasó días sin comer ni tomar agua, al igual que Mariana González, la niña de 16 años que fue excarcelada recientemente. Las dos se conocieron en el mismo centro de detención y, de hecho, fueron presentadas juntas a tribunales.
La señora reveló en un video compartido por el Comité por la Libertad de los Presos Políticos que había guardado silencio sobre el caso porque los defensores le decían que, si hablaban, “íbamos a perjudicar el proceso de los muchachos y no iban a salir”.
“A mi hija le ha venido siete veces la menstruación”
Chelsea es una niña que estaba próxima a cursar su cuarto año de bachillerato. Desde que está detenida no ha tenido ningún contacto con un cuaderno o un lápiz. Su madre asegura que está deprimida y que le preocupa mucho su situación de salud, porque en cuatro meses que lleva detenida ha tenido la menstruación siete veces.
“Siete veces le ha bajado y le dura muchísimo. Incluso, se le notificó a la juez cuando le hicieron la preliminar el 16 de octubre y quedaron en enviarle un médico y hasta el sol de hoy, no se lo han enviado”, añadió.
Cuando fue detenida, la adolescente tenía su menstruación y los custodios le dijeron que “se iba a pudrir” y que, si se moría, su mamá no iba a saber.
Su madre no solo carga con la preocupación con relación al período irregular de su hija, sino también con el hecho de proveer productos de salud menstrual, comida y ropa de manera diaria. Tuvo que abandonar su trabajo para acompañar a su hija, a pesar de ser madre soltera y el sostén de su familia.
“He tenido que dejar de llevar a mis hijos pequeños al colegio porque soy la que se encarga de todo. Mi hija ha pasado un día entero sin comer porque, a veces, no he podido llevarle su comida. Se me dificulta, porque yo soy de Guacara y ella está en Los Guayos”.
Chelsea está recluida en un comando de la PNB de Los Guayos, Carabobo. Desde su casa, en autobús, se debe recorrer al menos una hora de camino, lo que representa un gasto para su mamá, quien no tiene un empleo fijo.
La niña cada día que pasa pierde las esperanzas. Ella, como puede, le envía cartas y mensajes a su mamá. En una de ellas enviada recientemente le escribió que el temor se apoderaba de ella.
“Tengo mucho miedo, mami, estoy agotada, muy débil. Tengo mucha ansiedad, mami. La pierna se me hinchó mucho, mami, ¿cuándo voy a salir? Yo no quiero pasar Navidad aquí y si es así, ¿qué será de mí? Mami, tú sabes que soy inocente y no quiero pagar 10 años por algo que no hice. Te extraño mucho, mami, quiero estar contigo, quiero estar con mis hermanitos. Ya quiero estar en mi casa, mami, no he podido estudiar”, expresó en la primera parte del escrito.
“Todo el tiempo le pregunto a Dios por qué a mí, si solo tengo 16 años y no soy mala persona. Yo solo quiero estudiar y estar con mi familia. Perdóname, mami, yo no quiero que sufras por mí, pero si no puedo salir para estar en Navidad contigo, yo no quiero vivir. Perdóname, mami, pero no aguantaré otro mes más encerrada. Te amo, mamita, no lo olvides nunca”, es otro extracto de la emotiva carta que envió Chelsea a su madre.
Yeilyn Ibarra, su madre, le implora a las autoridades que dejen en libertad a su hija. Desde prisión, la niña le mandó mensajes a su mamá desde un teléfono prestado, en donde le pedía alzar la voz en distintos espacios para que ella también pudiera salir de prisión, como ocurrió con Mariana González. Ibarra clama por la libertad de su hija e insiste que es inocente, ya que no cometió ningún delito y no hay pruebas.
Fuente: Runrun.es
🚨 #Atención Chelsea Correa, adolescente de 16 años fue detenida en Guacara el 29Jul cuando regresaba a su casa luego de buscarle una medicina a su hermanito.
A 130 días de su detención arbitraria, su madre denuncia que la joven presenta pensamientos suicidas, debido al daño… pic.twitter.com/zSkuNOOJcV
— DDHH Vente Venezuela (@VenteDDHH) December 6, 2024
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