“Creemos
Jorge Prado, vicepresidente de la Confagán y directivo en Zulia de la organización agraria, destaca que no existe sinceración del precio de 50 rubros esenciales de la canasta alimentaria si antes no se controlan los precios de los insumos usados en la producción.
“Nosotros hace tres semanas en Caracas asistimos a las reuniones de coordinación con el Ministerio (Producción Agrícola y Alimentación), pero es imposible llegar a un precio si primero no se controlan las variables macroeconómicas que tienen que ver con los costos de los insumos que nosotros adquirimos para nuestra producción”.
Son los costos operativos impactados por el dólar fronterizo “bestial”, que ya se ubica sobre 40 mil bolívares y somete a devaluación e inflación los productos. “Creemos que en la unión está la fuerte, tenemos que dar los máximos para seguir produciendo, pero nuestra insumos están incontrolables. Así como vamos no vamos a llegar a ninguna parte”, advierte Prado.
Para Confagán Zulia los precios de los insumos alteran cualquier estimación de costos de producción. Un tractor nuevo ronda los tres mil dólares, un caucho está a 200 dólares y una vacuna para el animal toca 50 dólares. “Así estamos, dolarizados. Es imposible seguir”, critica.
Recalca que la ganadería se desenvuelve en ese escenario cambiario, en el que “primero: no manejamos dólares y segundo: porque es inalcanzable para nosotros. Es un dólar que tanto daño daños ha hecho”.
El mensaje de Confagán es producir y demostrar al Gobierno que cuatro cauchos para un tractor ronda el millón de bolívares, un saco de alimento concentrado para el rebaño pasa de 100 mil bolívares, más la comida y salarios que dan los trabajadores aumentan la concentración de costos.
En el último reporte se evalúa el precio del novillo en pie por kilo a 20 mil bolívares y la leche a 10 mil el litros. “Esa es la tendencia hacia dónde vamos”, alerta al reconocer que la dolarización de la economía “es lo peor que puede pasar al campo venezolano, porque asfixia al productor”. Mientras el Gobierno es “demasiado pasivo sin tomar acciones necesario para controla la debacle que tenemos en el cambio fronterizo”.