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El ministro de Petróleo venezolano, Eulogio del Pino, advirtió este lunes que, si los países exportadores de petróleo no llegan a un acuerdo en la reunión que comienza mañana en Argelia, la situación del crudo internacional puede llegar a una “guerra de precios”.
“Sin acuerdos, sin coordinación, los precios pueden colapsar a valores de menos de 20 dólares el barril, lo cual va a producir una situación de crisis, no solo a nivel de los países productores (…) aquí los países consumidores también agarran su parte”, dijo Del Pino al canal Russia Today desde el estado venezolano de Sucre (oriente).
El también presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA) destacó que ha habido conversaciones entre los países productores como Rusia, Arabia Saudí e Irán, así como con el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohammad Barkindo, para tratar “de evitar una catástrofe en los precios” del crudo.
El 27 y 28 de septiembre se celebra el XXV Foro Internacional de Energía (IEF) en Argelia, para analizar el futuro del sector, con la asistencia de representantes de las principales compañías energéticas mundiales y expertos procedentes de 72 países.
El encuentro, que se ha convertido en una reunión informal de la OPEP, se celebra bajo el lema “Energía mundial en transición: un espacio para el diálogo” y tiene como objetivo explorar el impacto en el mercado del petróleo del gas natural y el gas licuado.
La reunión podría devenir en una sesión extraordinaria de la OPEP y servir para adoptar un decisión sobre los asuntos más acuciantes del sector petrolero, según expresó ayer el ministro argelino de Energía, Nureddín Bouterfa.
Venezuela es uno de los principales exportadores de crudo y produce alrededor de 2.5 millones de barriles diarios que exporta, en su mayor parte, a Estados Unidos y China.
El precio de la cesta petrolera venezolana ha experimentado en los dos últimos años una acentuada caída, que comenzó a mediados de septiembre de 2014, cuando se cotizaba a 90,19 dólares el barril, lo que ha mermado hasta un 70 por ciento los ingresos del país.