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Durante más de 10 años las aguas negras en la calle en Barinas, del sector Guabina, en Cabimas, se derraman. Aunque las 50 familias afectadas reclamaron en reiteradas oportunidades a las diferentes dependencias del Ejecutivo local aún no tienen respuesta.
Ana Puerta, afectada, señaló que lo único que hizo el personal de la Alcaldía hace varios años fue una zanja para instalar un colector que estaba dañado, pero igual continuó el bote de aguas residuales, que bordea todas las casas de la calle.
Los afectados presumen que un colector está tapado y por eso persiste el malestar. “Desayunamos, almorzamos y cenamos oliendo a aguas negras, así no podemos vivir, que den respuesta y soluciones a corto plazo”.
Las familias cerraron la calle al menos tres veces, pero la abren nuevamente porque nadie de la Alcaldía asiste para dar una respuesta. Cuando llueve se desbordan más aguas y la calle se vuelve una laguna intransitable.
Por fortuna no hay derrames de aguas residuales en los baños de las viviendas. “Hace mucho tiempo venían y trabajaban, pero nunca resolvieron el problema como era, por eso actualmente empeora y nosotros sufrimos las consecuencias, porque nadie se aboca como se debe a solventar todo”.
Los habitantes de la zona se las ingenian para minimizar el impacto que genera el mal olor dentro de las casas y para limpiar los alrededores del patio para evitar enfermedades respiratorias y de la piel. Se intentó contactar con representantes de Ingeniería Municipal, pero no respondieron al llamado.