En el sector Francisco de Miranda, en Cabimas van 36 días sin agua. Los representantes de Hidrolago no dan respuesta de la reparación de una bomba y dos motores que operan en Pueblo Viejo y que dejó sin agua a Cabimas y Santa Rita
Las quejas por el deficiente servicio de agua por tuberías no cesan. En el sector Francisco de Miranda, en Cabimas, van 36 días sin agua. Los representantes de Hidrolago no dan respuestas de la reparación de una bomba y dos motores que operan en Pueblo Viejo y que dejó sin agua a Cabimas y Santa Rita.
El pasado lunes, tras el aguacero registrado en la Costa Oriental del Lago, falló por completo la distribución del servicio. Se paralizó Torre Toma y la estación de F-7 en Cabimas debido a la suspensión del servicio eléctrico. El bombeo es débil y 50 mil familias resultan afectadas.
La información la aportó Jesús Camacaro, exdirector de Aguas y Drenajes del ayuntamiento cabimense, quien se mostró preocupado por la ausencia de respuestas por parte de las autoridades competentes. “Nadie dice ni hace nada. Llámese alcalde, gobernador, los de Hidrolago incluyendo los diputados de los circuitos”.
Las bombas tienen 12 años que su vida útil, expiró y la reparación no solventa la situación, solo de forma momentánea. Los reparan en talleres centrales de PDVSA en Falcón. Los repuestos no se consiguen. “La variación de voltaje y los racionamientos eléctricos repercute y el servicio hídrico es cada vez más ineficiente”.
Los equipos tienen más de dos meses dañados. Las parroquias Carmen Herrera, San Benito, Ambrosio y Germán Ríos Linares en Cabimas, resultan más vulnerables a la escasez del agua por tuberías. Mientras que en Santa Rita sus cuatro parroquias no se escapan de la crisis.