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El Gobierno alemán exigió hoy al régimen sirio y a sus aliados el fin inmediato de los ataques a la población civil en la ciudad siria de Alepo y mantuvo abierta la posibilidad de sanciones contra Rusia.
Steffen Seibert, portavoz del Gobierno alemán, aseguró hoy en un encuentro habitual con medios de comunicación que “lo más importante” para Berlín en este momento es que los ataques “deben detenerse inmediatamente”.
Angela Merkel, canciller alemana, transmitió este mensaje al presidente ruso, Vladímir Putin, en una llamada telefónica ayer por la tarde, agregó el portavoz, que reconoció no sentirse optimista.
Seibert reiteró que “todas las opciones” deben seguir sobre la mesa, en relación a la posibilidad de imponer sanciones contra Moscú por su apoyo al régimen sirio, tal y como se le impusieron -y se le mantienen- por la anexión de Crimea y el apoyo a los separatistas prorrusos del este de Ucrania.
No obstante, “la ayuda a las personas debe ser ahora la prioridad”, apuntó Seibert.
El portavoz oficial alemán leyó un comunicado bastante duro contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, y sus aliados internacionales, Irán y Rusia.
Berlín acusó al régimen sirio de ser responsable de haber planeado y ejecutado “crímenes de guerra”, acciones que “no serían posibles sin el enorme apoyo ruso” a nivel militar.
Rusia no ha impedido la catástrofe humanitaria de los últimos días, “aunque estaba en su mano”, y el Kremlin “ha ignorado todas las peticiones” de la comunidad internacional para que ejerciera su influencia sobre Damasco con el fin de detener la tragedia, dijo.
Seibert agregó que Siria y sus aliados se equivocan si piensan que la guerra va a concluir una vez se terminen de recuperar totalmente los barrios de Alepo que durante años han estado en manos de los rebeldes.
El portavoz alemán acusó asimismo a Siria de matanzas de civiles con los bombardeos y del hambre que ha causado el bloqueo de Alepo, así como de detenciones, tortura y desapariciones.