Los dos seleccionadores ven en el partido como una oportunidad de probar cosas y sacar conclusiones, aunque una victoria de prestigio le vendría muy bien a cualquiera de los dos
Francia, anfitrión de la próxima Eurocopa, y Alemania, actual campeona del mundo, se enfrentarán este viernes en un nuevo clásico del fútbol europeo en París que llega precedido por escándalos fuera de la cancha en ambos equipos, reseñó DPA.
Las acusaciones de soborno para hacerse con el Mundial de 2006 tiene a la Federación Alemana inmersa en una catarsis que esta semana se cobró la cabeza de su presidente, Wolfgang Niersbach, cuya dimisión es solo el último capítulo de un serial que parece apuntar al mayor ídolo del fútbol germano, Franz Beckenbauer.
En Francia, el embrollo judicial en el que están envueltos dos de sus principales figuras, Karim Benzema y Mathieu Valbuena, copó los titulares de la prensa local. Ninguno de los dos jugadores fue convocado para el partido, después de que el delantero del Real Madrid fuera imputado en la causa por un supuesto intento de chantajear a Valbuena con un video sexual.
En este ambiente se medirán mañana las dos potentes selecciones europeas en un partido amistoso en el gigante Stade de France de París, sede de la final de la Eurocopa el 10 de julio de 2016.
Los dos seleccionadores ven en el partido como una oportunidad de probar cosas y sacar conclusiones, aunque una victoria de prestigio le vendría muy bien a cualquiera de los dos.
“Para mí todo está dirigido a la preparación directa de la Eurocopa. Aquí se trata de probar, ver, ensayar, independientemente de los resultados”, advirtió el técnico campeón del mundo, Joachim Löw.
El seleccionador francés, Didier Deschamps, consideró el duelo como “un duro test”, pero quiso quitarle importancia al resultado. “Todavía no estamos bajo presión”, advirtió.