
Demanda
Los precios de los productos colombianos se perfilan en aumento ante la acelerada de la tasa no oficial del dólar en la frontera. La arremetida de la monera extranjera parte de la propia política económica venezolana por la liberación, tras una breve restricción, de la liquidez y la reciente medida de emisión de más billetes por el BCV para cubrir el ajuste del salario integral decretado por el Gobierno, tras el arranque de la inflación en bienes y servicios y desaparición del aparato productivo.
Alejandro Gutiérrez, economista, explica que los rubros importados por empresarios, “amparados por gobernadores” y exhibidos desde hace meses en los anaqueles llegan a Venezuela por las transacciones de un dólar ilegal “violando la misma legalidad que instituyó el Gobierno con controles de precios, costos y control cambiario”. La realidad es evidente ante la crisis económica: “Esos productos solo pueden ser adquiridos quienes tengan muchos recursos y con poder adquisitivo muy elevado”.
La perspectiva económica para las familias es grave. “Hay una situación de más pobreza, más miseria y más hambre, que afecta la seguridad alimentaria de los hogares pobres, incluso de la clase media” que busca alternativas para soportar la carga del costo de la vida. “Están vendiendo todos los corotos. Se comen sus ahorros, venden hasta la ropa usada”, alerta Gutiérrez dentro del escenario de necesidades de alimentación y caída del poder adquirido.
La demanda de alimentos cae a 10 por ciento en el primer semestre de 2016 por la balanza negativa de los ingresos familiares, “indiscutible” al revisar que en los dos últimos años el Ejecutivo ordenó ocho incrementos de salarios a causa del comportamiento de la inflación, que se estima cierre este año sobre 500 por ciento, y acompañada por inclinación del PIB, la falta de divisas para impulsar la producción, “más desempleo y empresas que no resisten estos aumentos porque hay unas que van a resistir, otras no”.
Gutiérrez cuestiona el ajuste de salario integral si los alimentos mostrados en supermercados superan en precio a los nacionales. Causa por la que se demoran en salir de los mercados. Cita el ejemplo del ingreso mensual de un profesional universitario. “Cuántos litros de aceite podrá comprar, cuántos kilos de harina PAN colombiana, ahora que llega de Colombia. O pagar el colegio, el carro, el apartamento, el condominio. Una familia no puede sobrevivir. Por eso la gente restringe la demanda”.
Advierte que el dólar prendió los motores que estaban en pausa. “Ha aumentado 40, 50 por ciento con respecto a los valores que tenía hace un mes y va a seguir aumentando”. La razón, insiste, se origina en el Banco Central de Venezuela porque con más dinero en las bóvedas y la impresión de más bolívares “ese dinero sale a buscar más bienes. Y la gente busca dólares”.