Se fue a una fiesta apenas se bajó de un autobús en la entrada de El Caimito. Desde ese momento, sus familiares no supieron más nada sobre su paradero. Fue hallado muerto, ayer en la mañana, en una trilla en Santa Cruz de Mara
Se desvió de su camino cotidiano y su destino fue mortal. Ricardo Javier González fue hallado muerto, ayer en la mañana, en una trilla en Santa Cruz de Mara, cerca de la alcabala de San Rafael de El Moján.
Gabriela González, su madre, aseguró que su hijo salió de su casa a tempranas horas en el sector El Caimito del municipio Mara. Se dirigía a trabajar con su tío en Maracaibo. Vendía frutas y verduras en la avenida Belloso.
No regresó a su casa ese día. Se fue a una fiesta apenas se bajó de un autobús en la entrada de El Caimito. Desde ese momento, sus familiares no supieron más nada sobre su paradero.
Lo último que conocieron de Ricardo fue la noticia de cuando lo encontraron muerto sobre la arena con heridas de balas en su cuerpo.
Sus familiares, de origen wayuu, lo llevaron a su casa y reposaron su cuerpo en una hamaca, tal como lo indican sus tradiciones ancestrales.
El joven era el mayor de seis hermanos. No tenía hijos. La Policía científica presume que el homicidio se debió a una venganza.