La Vinotinto, pese a una memorable actuación, se marcha de la Copa América Centenario al caer (4-1) frente a una Argentina que demostró superioridad y control de principio a fin
Se acabó la esperanza para Venezuela en la Copa América Centenario. Los dirigidos por Rafael Dudamel se despidieron del torneo ayer tras caer (4-1) en el estadio Gillette, de Foxborough, frente a una imponente Argentina que consiguió así su clasificación a las semifinales, donde enfrentará al local, Estados Unidos, el próximo martes a las 9.00 de la noche en el recinto NRG de Houston.
La selección nacional se vio superada de principio a fin por la Albiceleste, sobre todo en la zona de volantes, donde los jugadores argentinos como Éver Banega y Nicolás Gaitán ganaron constantemente durante todo el partido. A eso se le sumó una actuación magistral del arquero Sergio Romero, quien además de atajar un penal, fue vital en varias jugadas venezolanas de peligro.
Más allá de la superioridad argentina, Venezuela contó con momentos en los que intentó sacudirse el asedio del rival, pero que no aprovechó o simplemente no tuvo suerte, como el penal desperdiciado por Luis Manuel Seijas o el cabezazo de Salomón Rondón al palo derecho de Romero, sobre el final de la primera parte.
Frente en alto
“El balance inmediatamente es positivo”, analizó Dudamel, quien tomó en abril las riendas de una selección a la deriva. “Por supuesto que no era el final que deseábamos ni imaginábamos, pero nos topamos con una selección que es la número uno del ranking. Es hora de enfriarnos un poco, de reflexionar, de analizar, de mirar otra vez los partidos. Estoy seguro que son muchas las cosas buenas que vamos a encontrar”.
La Vinotinto se despide de una Copa América Centenario en la que superó por mucho las expectativas que pudo crear entre la afición previo a la competición. Los pupilos de “Rafa”, principal artífice de esta hazaña, mostraron un carácter y una garra que deja las mejores sensaciones de cara a las Eliminatorias del Mundial Rusia 2018.
Falencias defensivas
La Vinotinto llegó a este encuentro presumiendo de tener -junto con Argentina- la mejor defensa del torneo, tras permitir un solo gol en los tres partidos de la fase de grupos, pero ante la Albiceleste salieron a la luz todas esas fallas propias del equipo de hace tres meses y no del proceso de Rafael Dudamel. Falta de comunicación entre arqueros y centrales; y despistes entre la zona de volantes y la defensa facilitaron el trabajo a los argentinos.
Pesó el penal
Ante una selección como Argentina se debe aprovechar todas las oportunidades que se tenga, y el penal a favor de Venezuela que falló Luis Manuel Seijas en el minuto 42 marcó un antes y un después en el encuentro. Antes de la pena máxima, la Vinotinto gozaba de su mejor momento en el partido y un gol de cara al segundo tiempo hubiese sido un revulsivo más que positivo, pero la atajada de Sergio Romero, quien admitió haber estudiado a “Luisma”, significó todo lo contrario.
Faltó Peñaranda
La ausencia por lesión de Adalberto Peñaranda justo previo al partido representó una baja más que sensible para la selección. El atacante del Granada se consagró con la selección en esta Copa América Centenario, demostrando en la fase de grupos que es esencial para el ataque venezolano, ya que ofrece desborde, desequilibrio y tiene una personalidad y una rebeldía que se extrañaba en la zona de volantes.
Factor Messi
Un golpe a la mesa por parte de Argentina antes de comenzar el encuentro fue el anuncio de que Lionel Messi saldría como titular en el partido. Sin embargo, lo del jugador del Barcelona no fue más allá de asistir a Gonzalo Higuaín para el 1-0 y de marcar el 3-0 que amplió el resultado de las acciones. Jugadores como Nicolás Gaitán, Éver Banega y Sergio Romero fueron quienes resaltaron en la abultada victoria de la Albiceleste.
Hora de aspiraciones
Más allá de la derrota con amplio marcador, no hay que olvidar que este ciclo de Rafael Dudamel tiene poco más de dos meses de haber iniciado y que resultados como los obtenidos en la fase de grupos eran difíciles de imaginar antes de comenzar el torneo. Mérito al técnico, que en apenas dos semanas, parece tener el equipo armado de cara a las Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018, donde la Vinotinto es última, pero tiene posibilidades matemáticas de avanzar.