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El papa Francisco se refirió ayer a una América Latina “tantas veces marcadas por tensiones políticas y sociales, que en algunos casos son sofocadas con la violencia” durante su mensaje de Pascua tras la misa de Resurrección celebrada en la Plaza de San Pedro.
En el mensaje que precede a la bendición Urbi et Orbi impartida desde el balcón central de la fachada de la basílica, Francisco habló de la esperanza que trae para los católicos la resurrección de Jesús.
Y deseó así que “Jesús Resucitado sostenga los esfuerzos de quienes, especialmente en América Latina, se comprometen en favor del bien común de las sociedades, tantas veces marcadas por tensiones políticas y sociales, que en algunos casos son sofocadas con la violencia”.
Francisco pidió entonces “que se construyan puentes de diálogo” y se persevere “en la lucha contra la plaga de la corrupción y en la búsqueda de válidas soluciones pacíficas ante las controversias, para el progreso y la consolidación de las instituciones democráticas, en el pleno respeto del estado de derecho”.
Ruega por Siria
El papa Francisco aprovechó de nuevo la ocasión de su mensaje de Pascua para hacer un largo repaso de los dramas que sacuden al mundo como las guerras, la inmigración o el desempleo en Europa.
Francisco también quiso enviar su deseo de “que los representantes de las Naciones tengan el valor de evitar que se propaguen los conflictos y de acabar con el tráfico de las armas”.
Rogó entonces “que en estos tiempos el Señor sostenga en modo particular los esfuerzos de cuantos trabajan activamente para llevar alivio y consuelo a la población civil de Siria, víctima de una guerra que no cesa de sembrar horror y muerte”.
Y citó el “innoble ataque” de ayer en Alepo contra “los desplazados que huían provocando numerosos muertos y heridos”.
Pero también para que se conceda la paz “a todo el Oriente Medio, especialmente a Tierra Santa, como también a Irak y a Yemen” y recordó “Sudán del Sur, Somalia y la República Democrática del Congo, que padecen conflictos sin fin, agravados por la terrible carestía que está castigando algunas regiones de África”.