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Diputados de la Asamblea Nacional luego de no poder sesionar en el Hospital Vargas de Caracas por la presencia de colectivos armados se trasladaron a la Maternidad Concepción Palacios, donde conversaron con la gente que sufre la crisis hospitalaria del país.
Julio Borges, presidente de la AN, manifestó que esto no detendrá el trabajo de la Asamblea. “La violencia quiere impedir que demos a conocer la realidad del país, estaremos buscando en todas partes ese cambio democrático, el cambio de voto y la Constitución que quiere Venezuela”.
Señaló que iban a aprobar en la sesión que no fue posible realizar “por los violentos” un documento que contenía soluciones para el sector salud.
El diputado José Manuel Olivares detalló que el acuerdo era para desmentir al gobierno de Nicolás Maduro. En consecuencia explicó que el primer punto del acuerdo era exigir al Gobierno nacional que haga efectiva la compra de medicinas y también para reiterarle a la Ministra de Salud que las diferencias políticas no pueden estar por encima de las necesidades de la gente.
“Con la violencia no dejamos de discutir los problemas de la gente, el ciudadano no fue el beneficiado hoy. La agresión no fue en contra los diputados de la Asamblea Nacional sino en contra de la gente, sus problemas y el día a día que usted vive”, señaló el parlamentario.
Stalin González, jefe de la fracción de la MUD en la AN, manifestó que hoy el Gobierno da muestras de la violencia, que no quiere debate ni que los venezolanos opinen. “Queríamos que los médicos y trabajadores dieran su versión del sistema de salud”. Aseguró que pese a que el Gobierno pretenda detener la labor del Parlamento seguirán trabajado en la calle y continuarán sesionando. Anunció que harán un plan para determinar qué lugares del país sesionarán y harán públicas cada convocatoria porque está previsto en el reglamento de la AN.
Testimonios
Trabajadores del sector salud denunciaron la precaria situación hospitalaria en el país. Susana Álvarez, empleada del Hospital JM de los Ríos, dijo que 2017 inició vestido de negro.
“Una niña llegó el 31 de diciembre en la noche con un problema intestinal que necesitaba cirugía urgente, y no hubo quirófano ni como trasladarla a ningún otro centro. La niña falleció el 1 de enero. Está el tema de Camila, que tenía dos años luchando contra un cáncer, la niña falleció también el 1 de enero. Los niños se están muriendo, el futuro del país se está muriendo y nadie parece importarle”, denunció la mujer ante los medios de comunicación.
Jesús Güarecuco, médico residente del Hospital Central de Barquisimeto, resaltó que la crisis hospitalaria también se vive en el interior del país. “Veo morir a cientos de pacientes por no tener los insumos para operarlos. La solicitud es la apertura de un canal humanitario ya”.