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Fermín Armando Pérez, de 74 años de edad, acomodó boca abajo un pipote amarillo y un tobo azul para poder llegar hasta la escotilla que dirige hasta la azotea del edificio El Vivero, y poder ponerle punto y final a su existencia cuando el reloj marcaba las 5.00 de la mañana.
Ana Velásquez, quien era pareja del señor, comentó que a las 3.00 de la tarde de ayer, Fermín había intentado clavarse un cuchillo de cocina en las venas para desangrarse, pero no logró cometer el suicidio debido a que su hijo, Miguel Ángel Pérez, de 18 años, lo consiguió en flagrancia, quitándole el arma blanca de las manos y regañándolo. Pasadas las horas otro de sus hijos pasó a ver cómo estaba al enterarse de lo que había sucedido.
Contó Velásquez, que conoció a Pérez a los 15 años, y que procreó tres hijos con él. Dejó otros 17 hijos de matrimonios anteriores. Agregó que su expareja sufría de nerviosismos y depresiones constantes desde que lo conoció.