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Aníbal Sánchez tuvo contratiempos para completar ayer su jornada de entrenamiento en el complejo los Tigres de Detroit en Lakeland (Florida), debido a molestias en su brazo de lanzar, específicamente en la zona del tríceps, donde una resonancia magnética reveló una pequeña inflamación.
El venezolano, que presenta la molestia desde el pasado lunes cuando comenzó a lanzar fuerte en su sesión inicial de bullpen, confesó al Detroit Free Press que no se trata de algo grave. “Me siento bien. Es temprano y no debemos apresurarnos”, dijo Sánchez, que estará bajo observación durante los próximos días. “Pero tampoco voy a tomar el riesgo de lanzar para hacerlo peor. Quiero estar listo a tiempo”.
El serpentinero, que se perdió el último mes y medio de la campaña pasada por un problema en el manguito rotador de su hombro derecho, también añadió que piensa que la molestia se debe a que no lanzó tan fuerte durante el invierno.
Al respecto, el mánager Brad Ausmus se mostró tranquilo. “Su salud es muy importante, pero esto no es gran cosa. No es en un área en la que comúnmente vemos muchos problemas”.