Los Estudios Marvel presentan al primer héroe cuya fuerza se incrementa mientras su tamaño disminuye. Con un tono más de comedia, el nuevo superhéroe que salta del cómic a la pantalla es interpretado por Paul Rudd. La película llega hoy a salas de cine de la ciudad
Finalmente, El Hombre Hormiga está aquí. Tras haber reunido a los Vengadores y viajado al espacio con los Guardianes de la Galaxia, Marvel Studios se dedica a un asunto mucho más pequeño. Pero llevar al diminuto superhéroe a la gran pantalla resultó más difícil que reiniciar a Iron Man, reclutar al Capitán América o dominar a Thor.
La historia de la trama para la película Ant-Man: El Hombre Hormiga se remonta a hace ocho años, cuando el director de Shaun of the Dead y Hot Fuss Edgar Wright y el guionista Joe Cornish se unieron para trabajar en el proyecto. Luego de haber escrito varios borradores del guion, Marvel y Wright declararon el pasado mayo antes del inicio previsto del rodaje que se habían separado “debido a diferencias en su visión”.
Poco más de un año después, Ant-Man llega hoy a las salas de cine para mostrar cómo el bondadoso ladrón Scott Lang (Paul Rudd) se convierte en héroe. El actor debió someterse por un año a un entrenamiento físico, donde todo el día hacía ejercicio, comía a horas especificas y consumía la menor cantidad de hidratos de carbono y azúcar.
Criticas y halagos
Más de uno se habrá rascado la cabeza cuando Marvel anunció que Ant-Man tendría su propia película. Y es que las primeras preguntas que surgen son ¿Quién es?, ¿y por qué un tipo cuyo nombre heroico traducido al español es Hombre Hormiga debe tener su propio largometraje?
La respuesta hay que buscarla en los primeros días de Marvel Comics, allá por los años 60. El mundo se encontraba en la frontera de una nueva época para la ciencia, y la sociedad en general consideraba que todo podía inventarse en un laboratorio. Desde el suero para transformar a un hombre en un soldado invencible hasta ganar fuerza gracias a la mutación otorgada por los rayos gamma, la ciencia parecía ser la gran aliada de la ficción. Y fue gracias a ella que nace Ant-Man.
Aunque con diferencias, el Ant-Man que llega a la pantalla grande tiene ciertas similitudes al que apareció en los cómics. Es un héroe con más toque de aventurero que de justiciero. Que camina por una línea delgada entre hacer el bien para todos y hacer el bien solamente para él. Y claro, que puede modificar su tamaño hasta volverse pequeño como un insecto, pero conservando en ese estado la fuerza de un individuo adulto. Y con ese gran poder, es obvio que iba a llegar una gran responsabilidad.
