Las ofertas de trabajo falsas publicadas en los portales de empleo venezolanos están siendo cada vez más frecuentes y más elaboradas. Especialistas en seguridad digital sugieren que muchas de estas ofertas podrían estar redactadas con ChatGPT, de manera que a los estafadores les bastaría simplemente con indicarle a la IA el tipo de oferta falsa que tienen que redactar, y la aplicación se encargaría del resto.
La potencia de la Inteligencia Artificial y su entrenamiento en múltiples idiomas suponen un problema añadido porque permite a los estafadores lanzar sus ofertas fraudulentas incluso si están ubicados en países no hispanohablantes, lo que les abre las puertas a hackers radicados en países asiáticos o europeos para estafar a aplicantes de empleo en Venezuela.
Esto también dificulta la acción de la justicia para localizar a estos estafadores, que, además, acostumbran a utilizar criptomonedas para mover su dinero, lo que hace que sus transacciones sean todavía más difíciles de rastrear.
Por eso las medidas de prevención son fundamentales para reducir al mínimo el número de estafas o hackeos que tienen éxito mediante este tipo de técnicas de ingeniería social.
¿Por qué se publican ofertas falsas?
Cuando aparecen ofertas falsas en los portales de trabajo, pueden tener diferentes fines. Un informe de ExpressVPN sugiere que un cierto número de ofertas fraudulentas responde al interés de las empresas en presentar una imagen de éxito ante sus inversores, lo que podría explicar el gran número de ofertas de trabajo publicadas en LinkedIn que no terminan cubriendo ninguna plaza real en la compañía.
Sin embargo, el informe elaborado por ExpressVPN también nos alerta de un creciente número de ofertas falsas elaboradas con la intención de robar información crítica de los postulantes de empleo. El aumento en el número de transacciones que llevamos a cabo online hace que nuestra información privada tenga un mayor valor para los ciberatacantes, porque se puede usar más fácilmente para hackear cuentas en plataformas de e-commerce o redes sociales.
La venta de datos en la dark web
Muchos de estos estafadores no llevan a cabo los hackeos por sí mismos, sino que simplemente elaboran bases de datos con información de los usuarios obtenida a partir de sus currículos o los formularios de empleo.
A partir de estos datos, los estafadores crean extensos documentos en formato TXT o Excel y los ponen a la venta en la dark web, donde luego diferentes grupos de hackers pujan por ellos.
Cuando los hackers se hacen con esta información de los aplicantes de empleo, pueden utilizarla para tratar de vulnerar sus cuentas en las redes sociales o en muchas otras plataformas web.
Las técnicas para este robo de cuentas pueden ir desde los ataques de diccionario para averiguar contraseñas hasta los ataques de phishing, por ejemplo, enviando a la víctima un mensaje fraudulento a través de su correo electrónico.
El uso propagandístico de las redes sociales
El auge de la inteligencia artificial está facilitando la aparición de un gran número de cuentas bot en las redes sociales, lo que a su vez dispara las medidas de seguridad digital de estas plataformas y acelera su bloqueo. Esto hace que las redes sociales legítimas con varios años de antigüedad tengan un valor mucho mayor para los hackers, porque pasan desapercibidas por los filtros de seguridad digital de aplicaciones como Instagram, TikTok o X (antes Twitter).
En particular preocupa el posible uso de las redes sociales robadas para tratar de desestabilizar procesos electorales en América Latina, aunque también existe la posibilidad de que los hackers hagan un uso fraudulento de estas cuentas robadas con la intención de estafar a sus seguidores o sus contactos, por ejemplo enviando mensajes con promociones falsas de criptomonedas o de cualquier otro tipo de inversión fraudulenta.
Las estafas de empleo que exigen pagos
Existe además el problema de las estafas de empleo clásicas donde se intenta convencer a los aplicantes de empleo para que hagan un pago a cambio de la posibilidad de trabajar en una supuesta compañía.
Este tipo de pagos fraudulentos son un tipo de estafa muy antigua que intenta atraer a personas desempleadas con un supuesto empleo con un salario extraordinario. Las ofertas suelen publicarse con salarios que pueden llegar a los 5.000 dólares.
Como un salario así podría cambiarle la vida a mucha gente, los estafadores pasan a tener una mayor influencia sobre las víctimas, que se encuentran más inclinadas a seguir sus instrucciones.
Entonces se les pide un pago de varios cientos de dólares, por ejemplo para costear un entrenamiento previo a la obtención del empleo.
Las autoridades nos recuerdan que cualquier tipo de formación o entrenamiento laboral debe correr a cargo de la empresa, así que en ningún caso deberían pedirnos dinero para poder financiarlo. Además, es improbable que una empresa capaz de ofrecer salarios tan elevados tenga problemas para costear algo tan sencillo como un entrenamiento para su propio personal. ¡Mantenernos alerta es la mejor manera de evitar estas estafas!
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