Antes, durante y después del 20M

Día a día al país se le agravan sus problemas y penurias a las que está condenado mientras sigan los mismos conductores, el mismo proyecto y la prefabricada vía electoral, junto al secuestro institucional y la violencia permisada

Ya no son las novelas ni el béisbol, la política se ha convertido en el principal entretenimiento de los venezolanos, donde la transversalidad es la omisión de lo importante para el pueblo, y el elemento protagónico es todo aquello que beneficie a los gobernantes sin importar el qué, el cómo ni el cuándo, las elecciones en nuestro país son un claro ejemplo, se omiten, adelantan, atrasan o ajustan a merced de quienes hoy están en el poder.

Bajo este aterrador esquema, se ha hecho creer que una bolsa de comida mensual es el legado más grande por el que dieron sus vidas Bolívar, Miranda y Sucre; que hay que defender rodilla en tierra la sustitución de la milagrosidad del esfuerzo propio o familiar por bonos populistas, por limitaciones, condicionantes y racionamientos a nuestros derechos y libertades. Se ha impuesto la cultura del perdón a las gestiones públicas mediocres, corruptas, ineficientes; se obliga a los venezolanos a que con hambre y desempleo se resteen con gobernantes autoengrandecidos; lo hemos dicho, el chavismo es una mentalidad.

Desde que el precio del barril frenó su circunstancial alza, se avizoraron los inevitables problemas del elefantiásico Estado petroleódependiente in extremis creado por Chávez. El mismo Jorge Giordani confesó que para ganar en 2012 el “comandante” tuvo que vaciar las arcas públicas con fines electorales. 

Con Maduro las consecuencias de la destrucción del aparato productivo y de PDVSA terminaron de poner punto final al fracaso financiado del “Socialismo del siglo XXI”, castrismo cubano con altísimas dosis de kakistocrácia pues ¿quién destruye lo único que lo mantiene a flote? Un barril a 60 dólares es un excelente precio, pero PDVSA apenas produce. Ahora echan mano al arco minero sumergido en el oscurantismo absoluto y a una criptomoneda con nivel de confianza cero. 

Día a día al país se le agravan sus problemas y penurias a las que está condenado mientras sigan los mismos conductores, el mismo proyecto y la prefabricada vía electoral, junto al secuestro institucional y la violencia permisada, que se ha convertido en uno de los pilares para el forzado sostenimiento de esos conductores, de ese apocalíptico proyecto. Opinamos, que el 20M no caben expectativas positivas, será un más de lo mismo en el océano infinito del entretenimiento rojo rojito. El chavismo fue un fracaso financiado que la dinámica política, económica, social e internacional se está encargando de superar. 

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