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El compartir de nochebuena de la familia Fernández Mendoza fue empañado. Yesibel Coromoto Fernández Mendoza, de 13 años, fue víctima de la ira de un delincuente que apareció de manera sorpresiva, disparando contra niños y adultos la noche del pasado domingo. El hecho fue reportado en la calle Porvenir del sector La Montañita de Cabimas.
Se conoció por su hermana Yésica Fernández, que la “Purriki”, llamada cariñosamente por sus seres queridos, se encontraba en el frente de su vivienda junto a su mamá, un amigo de la familia y una hermana con un bebé en brazos.
De la forma más inesperada, un hombre descrito por los testigos con mal aspecto y actitud descontrolada, salió de una cañada que pasa por la calle. Con arma de fuego en manos apuntó al primer grupo de personas que observó e inició una ráfaga de disparos. Se trataba de Fernández Mendoza. En reacción, todos corrieron para resguardar sus vidas.
El primer disparo fue directo al brazo izquierdo de Ramón Briceño, el familiar que se encontraba en el grupo familiar y el resto de los proyectiles impactaron a la joven. No fue hasta minutos después que su madre y vecinos se percataron de la situación. El cuerpo estaba en pleno pavimento, a dos casas de la suya.
Una tía junto a otros parientes la tomaron en brazos y trasladaron hasta la emergencia de una clínica privada de la localidad. A pesar de las súplicas de los familiares de ser fuerte a la “Purruki”, la joven llegó sin vida al centro asistencial. Los familiares señalaron que Yesibel recibió un disparo en una pierna y otro en el abdomen. Aseguran que este último le ocasionó una hemorragia y la mató.
Del paradero del hombre señalado y conocido en los alrededores como el “Torres” se conoce menor detalle. El homicida desapareció una vez que hirió a Fernández y a Briceño, de este último se conoció que está estable.
Delincuente
Los familiares formularon la denuncia ante los cuerpos policiales competentes. Se conoció que el homicida visita la zona con frecuencia por estar relacionado a la banda delictiva El Gato, ligada a la extorsión, cobro de vacuna y muertes por encargo. Creen que para el momento de los hechos el hombre estaba drogado. Comentan que después del suceso asaltó a una mujer embarazada que se le cruzó en el camino y le quitó el teléfono celular.
Yesibel Coromoto descrita por sus parientes como una joven alegre y conversadora, cursaba primer año de bachillerato en el colegio Jesús Semprum de Cabimas. Era la menor de siete hermanos y vivía con su madre.