
La inseguridad también acecha. Solo durante la semana estudiada, en 45 por ciento de los centros médicos hubo robos
Afectados por una escasez de insumos, los hospitales públicos venezolanos ven agravada su situación por los apagones y las fallas en el suministro de agua, reveló este jueves una encuesta de una ONG.
De 40 hospitales monitoreados entre el 10 y 16 de noviembre, 67 por ciento presentó “algún tipo de falla” eléctrica, para lograr promedió de dos horas sin servicio durante la semana, explicó Julio Castro, director de la organización Médicos por la Salud.
“Después de los apagones, el 32 por ciento reportó fallas en equipos de asistencia vital tales como ventiladores mecánicos”, subrayó Castro, cuyo estudio abarca los centros médicos más grandes del país.
El 70 por ciento de esos establecimientos tuvo “fallas de agua” durante la semana del sondeo, que se hace desde 2014 ante la falta de cifras oficiales y es avalado por el Parlamento.
De ese porcentaje, 8 por ciento no tuvo “ningún suministro”, mientras que otros fueron abastecidos por camiones cisterna.
Déficit de insumos
El gobierno del presidente Nicolás Maduro suele atribuir las interrupciones eléctricas a “sabotajes”, pero expertos vinculan la crisis de los servicios públicos con la falta de mantenimiento y ausencia de nuevas inversiones.
Los racionamientos de agua también son comunes, al punto que el estado petrolero de Zulia (noroeste), afectado por apagones constantes, fue declarado el pasado 19 de noviembre en emergencia por fallas en la distribución de agua potable.
En esta oportunidad la encuesta tuvo un alcance limitado, pues no se incluyeron hospitales pequeños ni clínicas privadas por dificultades para recabar la información. Aunque se corroboró que la situación en la red pública es crítica por la falta de insumos y medicinas.
Se documentó una merma de 51 por ciento en 20 de los insumos “imprescindibles” en las áreas de emergencia y 38 por ciento en los 12 requeridos en quirófano. “Si falta alguno, no se puede operar al paciente”, indicó Castro.
En particular, los medicamentos para la presión arterial faltan en 57 por ciento de las salas de emergencia, en tanto 55 por ciento de los hospitales carecen de insulina y 21 por ciento de morfina, detalló el estudio.
Washington, que prohíbe a sus empresas y ciudadanos transar nueva deuda venezolana y sancionó al presidente Nicolás Maduro, justifica las sanciones a dicho país, como una manera de asfixiar a un Ejecutivo al que tilda de “dictadura” y que convirtió a Venezuela en un “desastre”.
El país petrolero confronta a cinco años de recesión, el derrumbe de su vital industria petrolera, una inflación que llegará a un millón 350 mil por ciento este año, según el Fondo Monetario Internacional, y escasez de alimentos y demás bienes básicos.
“Se come lo que haya”
La crisis hospitalaria también se refleja en la infraestructura: 33 por ciento de las camas se encuentran inoperativas, un tercio no funciona y 43 por ciento de los laboratorios están cerrados, según la encuesta.
El 95 por ciento de los hospitales no está en capacidad de hacer placas de rayos X, en el 10 por ciento no hay ningún tipo de alimento y en 97 por ciento de los servicios abiertos “se come lo que haya”.
Como si fuera poco, la inseguridad también acecha. Solo durante la semana estudiada, en 45 por ciento de los centros médicos hubo robos y en 62,1 por ciento se registraron hechos violentos con familiares de pacientes.