La crisis humanitaria reconocida por el mundo anuncia que el tiempo ha llegado. Hoy asoma el rostro un chavismo enfermo, degenerado, descalificado, que baila sobre un volcán. Venezuela merece democracia y recobrar su libertad
Se intuye el final… al contrario de lo que algunos creen. Los anuncios electorales con trompetas y actitudes triunfalistas reflejan el miedo de Maduro. Nos prohibieron ser venezolanos para transformarnos como a los cubanos reprimidos. Éramos libres y nos redujeron a la miseria paralizante; podíamos expresarnos libremente y nos persiguieron; la universidad era autónoma y ordenaron silenciarla, queríamos decidir y nos privaron del voto universal, libre y que elije.
El futuro comprometido de Venezuela suena como una alarma en el continente americano; desde Canadá a la Patagonia, los gobiernos se inquietan, el colapso venezolano genera peligro en toda la región. La droga, el lavado de dinero, la presencia del Hezbollah, la persecución a una nación, que huye despavorida, para salvar su vida. Son situaciones insostenibles, mucho chavista lo sabe… y duerme mal.
Hoy asoma el rostro un chavismo enfermo, degenerado, descalificado… que baila sobre un volcán. La crisis humanitaria reconocida por el mundo anuncia que el tiempo ha llegado. Tiempo para salvar a Venezuela, abriendo un camino a la intervención humanitaria. Cada día que pasa muchos venezolanos mueren de hambre, el mundo tiene la prueba. Lo que se vislumbra será el enfrentamiento, entre las naciones libres y el régimen opresor.
Las elecciones declaradas ilegitimas carecen de reconocimiento internacional. Como reacción veremos muchos abusos, atropellos y militares presos; exactamente al mismo nivel, de la angustia que despierta la caída. Venezuela merece democracia y recobrar su libertad. Sin salida racional, solo queda la fuerza, de allí la necesidad de tener claro de cómo y con qué, enfrentamos la dictadura.
La sociedad es como un cuerpo que depende de los individuos, sus órganos. Anuncios, amenazas y exhibicionismo de poder, no cambiaran los hechos… lo que viviremos será validado por lo real. El régimen no ha comprendido que, cuando la realidad demuestra que están equivocados, quiere decir que su actuación es errónea. Esconden la cabeza como el avestruz, creyendo que basta con hacer fraude en unas elecciones, para que la legitimidad se convierta en realidad.
Muchas revoluciones terminaron devorando sus hijos, la francesa la primera. A semejanza del comunismo, responsable de los más grandes genocidios de la historia Rusia, China, Cuba o Camboya son terribles ejemplos. En medio del caos y el dolor, el venezolano vive, de su mano surgirá una civilización renovada, distinta, experimentada, que buscará integrar a todos… como seres humanos.