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Una periodista rusa identificada como Tatiana Felgenhauer fue apuñalada por un sujeto este lunes 23 de octubre en horas de la mañana cuando se encontraba en la sala de redacción de la emisora Eco de Moscú, tras el ataque la mujer fue trasladada hasta un centro hospitalario para ser atendida, debido al grave estado de salud producido por las heridas se encuentra en coma inducido.
“Felgenhauer está conectada a ventilación mecánica y en coma inducido”, explicó el redactor jefe de la emisora, el conocido periodista Alexéi Venedíktov.
En el hospital moscovita donde fue intervenida la periodista calificaron su estado de “grave”, antes de provocarle el coma inducido.
Según se informó, un hombre armado irrumpió esta mañana en la redacción de la emisora “Eco de Moscú” y atacó con un cuchillo a Felgenhauer, directora adjunta, que resultó herida en el cuello.
El agresor fue detenido por guardias de seguridad y entregado después a la Policía.
Fuentes policiales opinaron que el ataque pudo haberse debido a “motivos personales” y que la víctima quizás conocía al agresor.
“Sabía adónde iba y a por quién”, aseguró el redactor jefer de la emisora, cuyas oficinas se encuentran en pleno centro de Moscú.
De acuerdo a varios medios y a testimonios en redes sociales, el autor del ataque ha sido identificado como Boris Grits, un ciudadano de Israel de 49 años.
Tras su detención, el propio agresor aseguró que se sentía “sexualmente acosado” por la víctima “a través de un contacto telepático”.
“Utilizando la conexión telepática, ella (Felgenhauer) me mortificaba sexualmente”, dijo Grits en el primer interrogatorio.
“Nunca la he conocido en realidad, pero la he visto y sentido. No me la podía quitar de la cabeza”, añadió.
El portal informativo Life señaló, por su parte, que el agresor había publicado en un blog su obsesión sobre la periodista y se había dirigido al padre de ésta para que “influyera en su hija” y ella dejara de “perseguirle”.
La Unión de Periodistas de Rusia calificó la agresión contra Felgenhauer como “un ataque contra la libertad de expresión”.
Por su parte, el Sindicato de Periodistas señaló en un comunicado que parte de culpa del ataque recae sobre la televisión estatal rusa, por haber acusado repetidas veces a “Eco de Moscú” y a Tatiana Felgenhauer de ser “agentes del Departamento de Estado de EEUU”.
“Creemos que este tipo de programas instigan al odio hacia nuestros compañeros y han podido provocar el ataque contra Tatiana por parte de una persona trastornada”, señalaron en el sindicato.