Cuando
Explicábamos en artículo anterior sobre el uso incorrecto y confuso de los términos Inmigración y Socialismo, lo cual me obliga a seguir aclarando el significado de ambos.
Cuando el socialismo no tiene como fundamento, base y objetivo, lo ya señalado, se convierte en Comunismo, tal como fue el caso de la mal llamada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y que en todo momento impartieron el comunismo totalitario, dictatorial, militarista y sangriento, engañando y subyugando a poblaciones enteras, aunque su tiempo ya ha terminado.
En el caso de Venezuela, el Socialismo del siglo XXI, es un buen ejemplo del abuso y manipulación del término socialismo. Cuando se expropian empresas privadas, se promueve la invasión de propiedades legítimas, creciente pero efectivamente se limitan los Derechos Humanos, derecho de palabra y de pensamiento, (escrito, radio, TV), se está cumpliendo el comunismo.
Cuando en vísperas de unas elecciones parlamentarias se limita el derecho al voto, quizá a más de 1.5 millones de personas, se manosean mecanismos en base al Estado de excepción, se vulnera el derecho de reunión y de manifestación, que se complementa con la inhabilitación de figuras destacadas de la oposición, se está ante la presencia magistral y estratégica de componendas para impedir el voto libre, con los derechos universales que conlleva.
En conclusión, tanto con el término Inmigración, como con el de Socialismo, debemos obligarnos a poner atención, para impedir que la interpretación manipuladora del régimen, socave de alguna manera el resultado de las elecciones del 6-D, que nos promete un nuevo nacimiento, con un sistema de respeto absoluto a la constitución, DDHH, socialismo democrático y la inmigración selectiva. El derecho inviolable del voto tiene que ser ejercido por todos los venezolanos, que queremos redimir a nuestro país del desastre en el que se encuentra.