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A Douglas Alberto Ruiz Espina, de 44 años, lo mató su cuñado luego de que ambos sostuvieran una disputa por las llaves de una moto. Johan Lisboa, el supuesto homicida, accionó un arma en su contra durante la madrugada del pasado domingo en el sector Santa Lucía al este de Maracaibo.
La pelea inició el pasado sábado a las 10.00 de la noche, cuando Ruiz estaba conversando con sus familiares en la casa de su madre en la calle 80 de la popular barriada. Lisboa llegó a bordo de una motocicleta e interrumpió la tertulia para buscar a Karen Espina, su esposa, de quien está separado hace un par de meses.
El motorizado llegó al lugar insultando en repetidas ocasiones a su mujer. Ruiz prefirió abandonar el papel de espectador en la discusión e intentó bajar los ánimos de Lisboa para luego, de manera cortez, pedirle que abandonara la vivienda. Entre gritos y ofensas el agresor decidió irse, pero cuando subió a la moto notó que las llaves no estaban.
Lisboa culpó a su cuñado. Lo acusó de tomar las llaves en un momento de descuido. “Douglas no tenía esas llaves, él le decía que no las había agarrado. Volvieron a discutir y Johan accedió a irse, pero se fue a pie”, explicó Luz Marina Espino, madre de la víctima. Todos creyeron que el ofuscado hombre no regresaría a pesar de dejar su moto, al menos por esa noche, pues la moto aún estaba estacionada al frente de la casa.
La reunión continuó y de vez en cuando los habitantes de la casa salían para ver que el vehículo aún estuviera aparcado. En el momento que el reloj marcó las 3.00 de la madrugada, vieron la figura del hombre retornar por la calle y el silencio se apoderó del lugar. Era Lisboa, quien tenía las llaves de la moto en una mano y una pistola en la otra.
Sin mediar palabras se acercó hasta su cuñado, le disparó en repetidas ocasiones en el abdomen, abordó la moto y huyó. Ruiz, malherido, caminó 40 metros pidiendo ayuda a los vecinos y luego cayó sobre el pavimento.
La madre del occiso relató con la voz entrecortada que los presentes actuaron de inmediato. Lo subieron en una moto y lo llevaron al Hospital Central. “Al no recibir asistencia en el Central, lo llevamos en un carro por puesto hasta el Hospital Universitario. Ahí murió a las 4.00 de la madrugada”.
Entre lágrimas, la atribulada mujer comentó que él era el mayor de cinco hermanos y no dejó hijos. Aseguró que Ruiz trabajaba como comerciante informal con ella. “No me voy a quedar quieta. Ese asesino tiene que pagar por matar a mi hijo”.