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Era una rutinaria mañana de domingo para los vecinos del parcelamiento Hugo Chávez Frías, en el barrio Los Luchadores Sur de San Francisco, el sol hacía arder las arenosas calles de la barriada al momento que una leve brisa reveló un crimen. El olor putrefacto llevó a los vecinos a encontrar el cadáver de un muchacho conocido como Joel, alias el "Gordito Malandrito", de 13 años, en una zona enmontada de ese sector.
Rápidamente los curiosos se aglomeraron alrededor de la escena del crimen, un rastro de sangre se confundía con la maleza. La franela roja y el short negro que vestía el "Gordito Malandrito" estaban cubiertos de arena y moscas. Al menos 24 horas habían transcurrido desde el asesinato y a muchos les costó reconocerlo. Lo recordaban como un niño blanco y rubio, sin embargo su cuerpo ya estaba oscurecido. Presentó signos de golpes con objeto contundente y un disparo de gracia detrás de la oreja derecha.
Los testigos indicaron, que el menor residía en Fundabarrios junto a su abuela. "Se la mantenía pidiendo y prestando las motos de los muchachos del barrio. No era malo, pero sí le metía a la droga a veces", expresó una de las que se acercó a la escena del crimen.
Los habitantes del sector escucharon detonaciones durante la madrugada del sábado, pero no fue sino hasta las 10.00 de la mañana del domingo que hicieron el hallazgo. Se conoció que la progenitora de la víctima labora en Mercasur y es apodada la "Gorda", durante la estadía de los medios de comunicación no se presentaron familiares.