El crimen ocurrió a las 3.30 de la madrugada, en la calle 70d del barrio Bajo Seco, en el oeste de Maracaibo. La Policía presume, según lo afirmado por los vecinos, que el sicario aprovechó las prácticas diarias de Boscán. El crimen se maneja como una venganza
A Luis Manuel Boscán, de 44 años, lo mataron cuando apenas comenzaba el Día de los Padres. Dos hombres a bordo de una moto llegaron a su casa, en el barrio Bajo Seco de la parroquia Venancio Pulgar, se bajaron y luego le dispararon. Su esposa no tuvo tiempo de llevarlo a ningún centro asistencial y dos de sus hijos se tropezaron con el cadáver.
Los desconocidos ingresaron a las 3.30 de la madrugada. Encontraron abierta la puerta del garaje de la casa 81-57 y entraron. El parrillero desembarcó de la moto y entró a la vivienda sin hacer el menor esfuerzo. Sorprendió a Boscán cuando dormía en su cuarto. “Nosotros no escuchamos nada porque cerca de aquí había dos minitecas”, aseguró un vecino de la calle 70D.
Mayerlin Barroso, exesposa del occiso, cree que Boscán preparaba su camión 350 para irse a trabajar cuando lo mataron.
La Policía presume, según lo afirmado por los vecinos, que el sicario aprovechó las prácticas diarias de la víctima. Quienes lo trataron indicaron a los uniformados que el hombre siempre salía muy temprano de su casa. “Entraba y salía a bordo de su camión en repetidas oportunidades, todo el día”.
Trascendió que Boscán era comerciante y el camión con el cual trabajaba era alquilado. Era padre de cinco hijos. El caso se investiga como una venganza, debido a que al baleado no le quitaron ninguna de sus pertenencias.