Luis Ernesto Aparicio discutió con unos conocidos y lo citaron para matarlo. La víctima llegó a la urbanización Los Médanos para solventar el problema y varios sujetos lo tirotearon desde una plata banda
A Luis Ernesto Aparicio Vargas, de 31 años, ingeniero electricista de Corpoelec, lo asesinaron varios sujetos ayer en horas de la mañana. Le dispararon desde la planta alta de una residencia, mientras mediaba con unos conocidos luego de una discusión. Le tendieron una emboscada.
La víctima compartía con tres hermanos y amigos dentro del sitio nocturno en el sector Amparo. Por razones aún imprecisas discutió con un grupo de personas, presuntamente conocidas, que también disfrutaban de la noche. Gracias a la mediación de sus hermanos, la situación fue controlada y decidieron marcharse del lugar.
Aparicio conducía un corsa beige.Salió acompañado de su hermana menor, la llevó hasta su casa y de ahí se dirigió hasta la urbanización Los Médanos de Cabimas, donde se encontraría con los mismos sujetos con la intención de solucionar el problema. Lo seguían sus dos hermanos en un Aveo plateado.
Luis conversaba con dos hombres desde el interior de su vehículo. Según testigos, uno de ellos miró a otros dos que los observaban desde la planta alta de un local de la urbanización y luego de hacerle una seña inició el tiroteo.
El ingeniero no tuvo tiempo para defenderse. Lo comenzaron a tirotear. En un intento por salvar su vida, se bajó del vehículo para buscar un sitio donde esconderse, pero las balas lo alcanzaron y lo atravesaron por la espalda. Su cuerpo quedó tendido a menos de dos metros de su unidad. Minutos después dos hombres a bordo de una camioneta oscura salieron del estacionamiento a toda velocidad, también disparando.
El ingeniero murió en el sitio. A su alrededor se contabilizaron cerca de 20 cartuchos de bala. Sus hermanos salieron ilesos. La Policía científica llegó hasta el lugar y detuvieron a las cinco personas que habitan en la residencia. Se desconoce si entre ellas están algunos de los homicidas o si lograron huir en la camioneta.
La víctima tenía dos años laborando para Corpoelec. Cursaba una Maestría. Era soltero y no tenía hijos. Aún vivía con sus padres y una hermana en la avenida 31 del sector Campo Elías de Cabimas. Una tía lo describió como un joven trabajador y excelente profesional. “Se graduó en LUZ Cum Laude. Quería seguir obteniendo títulos. Era buen hijo, buen hermano. No sabemos qué fue lo que pasó. Estamos destrozados”, dijo entre lágrimas la dama.
Luis Ernesto Aparicio (31). Tenía dos años trabajando en Corpoelec. Vivía en el sector Campo Elías de Cabimas.