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A Ramón Antonio Palencia (62), jubilado de CANTV, lo asesinaron dentro de su residencia. Su cadáver descompuesto lo localizaron ayer en la mañana. Yacía atado de manos y pies, tenía la boca tapada con un tirro, moretones y heridas en su rostro.
Los vecinos no aguantaron el hedor y le informaron a los parientes del anciano. Al no poderlo contactar por teléfono se acercaron al piso 8-B del edificio Yuruani, residencias Gran Sabana del sector Las Delicias de Cabimas. Forzaron la entrada principal.
A las 10.30 de la mañana, un par de sobrinos encontraron el cuerpo en posición fetal a un lado de su cama, dentro de su habitación. El lugar estaba todo revuelto y faltaba un televisor, una computadora, el teléfono móvil de la víctima y un aire acondicionado nuevo, entre otras cosas de valor. Las puertas no estaban forzadas.
Los funcionarios de la Policía científica iniciaron las investigaciones. El caso se investiga como robo, sin descartar otros móviles.
Desconsolados
La última vez que Palencia se comunicó con sus familiares fue el pasado sábado. El anciano habló con sus sobrinas vía telefónica.
Los vecinos comentaron que lo vieron con vida la tarde del sábado cuando bajó a comprar una botella de agua potable y el domingo en la mañana fue a comprar desayuno. Presumen que lo asesinaron en la madrugada del lunes.
“En su apartamento estaban haciendo unos trabajos en el piso. El albañil vino el lunes y nadie salió. Tocó y tocó y le pareció extraño porque ya habían acordado. Intentamos hablarle al teléfono del apartamento y salía ocupado. Jamás nos imaginamos que había pasado esto”, dijo Masiel Núñez, una sobrina.
Vecinos dijeron no escuchar ni ver nada fuera de lo normal. Aseguraron que el lugar es bastante tranquilo y es la primera vez que ocurre un hecho como este.
“Esto es muy solo. Uno ve movimiento en las mañanas cuando la gente sale a trabajar y en las tardes cuando retorna”, dijo una vecina.
Vivía solo
A Palencia lo describieron como un hombre trabajador y servicial. Los vecinos aseguraron que estaba padeciendo de dolencias en las piernas y problemas de glicemia, razón por que la no salía mucho de su casa. El sexagenario tenía 20 años residenciado en el lugar y vivió solo los últimos ocho años, tras un proceso de divorcio. Era jubilado de CANTV y fue dirigente del partido Acción Democrática.