
Comisiones
Dos hombres fueron los blancos de un doble crimen por encargo. A José Gregorio Bustamante Díaz (35), funcionario de Polilagunillas, y su cuñado Jean Carlos García (32), los acribillaron el pasado jueves en la noche en la avenida 34 del sector Los Robles, municipio Lagunillas.
Según los testigos, Bustamante salía de una charcutería, propiedad de García, para ir a su casa cerca del negocio. En ese momento poseían el dinero que recolectaron durante el día de ventas.
Repentinamente, ambos fueron sorprendidos por unos desconocidos, quienes sin mediar palabras les dispararon varias veces hasta desangrarlos. Fuentes policiales ligadas al caso presumen que los sicarios se trasladaban en motos.
Después de matarlos, los homicidas revisaron el vehículo de Bustamante y se llevaron su arma de reglamento, su placa, el dinero del local comercial, unos teléfonos y otros bienes.
Las comisiones oficiales de la Mancomunidad Policial COL, Polilagunillas y efectivos de la Policía científica de Ciudad Ojeda se activaron y desplegaron un operativo. Tras una hora de búsqueda, la Policía municipal dio con el paradero del homicida, aún sin identificar.
Hasta el barrio José Félix Ribas se trasladó el equipo policial y en una de las calles se toparon con un hombre que mostraba una actitud sospechosa.
Al tratar de capturarlo, desenfundó su arma de fuego y disparó contra los funcionarios. En un enfrentamiento a fuego cruzado resultó herido. Lo trasladaron a un centro asistencial cercano, donde ingresó sin signos vitales.
El presunto sicario portaba una pistola Glock, nueve milímetros. Fuentes policiales manejan como móvil del crimen tres hipótesis: un ajuste de cuentas, una venganza y una posible resistencia al robo. Las investigaciones continúan para dar con el paradero del segundo homicida y determinar las causas del doble asesinato.
Actos funerales
A pesar de que “Negrura”, como lo llamaban sus familiares y amigos, salió de la filas de Polilagunillas, tienen planteado homenajearlo con un ascenso post mortem en las instalaciones de la Mancomunidad COL, donde trabajaba como oficial agregado. El funcionario era oriundo de Baralt, pero residía en Ciudad Ojeda, a unos pocos metros de donde fue asesinado. Deja cinco hijos.