
Los
Los asesinatos múltiples enlutan a los vecinos en el municipio Baralt. Los sicarios raptan a sus víctimas delante de familiares y amigos, utilizan armas de fuego para sacarlos a la fuerza de donde estén y se los llevan a lugares desconocidos y solitarios para matarlos. En las dos últimas semanas se reportaron 12 homicidios bajo esta modalidad.
En febrero pasado, los verdugos de Deixo José Gutiérrez Valera, de 21 años, no les importó que estaba en compañía de su padre para atacarlo. Lo amenazaron de muerte, se lo llevaron a la fuerza para acribillarlo a tiros, decapitarlo y esconder su cabeza dentro de su estómago. Lo hallaron horas después, en la población El Tigre, sector El Acueducto, entrada Las Cuatro Bocas.
Un mes después, los vecinos del mismo sector también presenciaron el asesinato de una mujer y sus dos hijos. Los motorizados armados tirotearon a Alejandro Gregorio Hernández Andrade (17) y su hermano Juan Pedro (21) y a su mamá, Noris Margarita Andrade Peña (53). Los muchachos perecieron la noche del atentado y su progenitora tres días después en un hospital.
Miedo colectivo
La dirigencia vecinal y a los productores agropecuarios se sienten preocupados por la ola de crímenes en su jurisdicción. Exigen, bajo el anonimato, a las autoridades competentes a nivel nacional que intervenga para dar con el paradero de los criminales y de los integrantes de las bandas que se dedican al robo, hurto, extorsión y homicidio.
Fuentes policiales que dirigen las investigaciones de los últimos asesinatos, afirman que la mayoría de los casos el móvil que cobra mayor fuerza es el “ajuste de cuentas entre bandas y la venganza”.
La reciente muerte de Agustín de Jesús David Jiménez, de 29 años, propietario de una carnicería, en la avenida principal del sector Concesión Siete, activó dispositivos de seguridad. Dos cobradores de vacunas se hicieron pasar por clientes y lo asesinaron presuntamente por negarse a pagar una extorsión.
Inseguridad ataca
Los delitos más cometidos en la zona son el robo de carros, cobravacunas, extorsión y homicidio. La Policía responsabiliza a los integrantes de las bandas del “Cagón”, el “Barrigón”, los “Viatas”, el “Zancudo” y el “Valenciano” de mantener en zozobra a los ganaderos, comerciantes, empresarios y dueños de contratistas petroleras.
“Usan armas largas, cortas, pistolas automáticas y hasta granadas. Se matan entre ellos por el control de la zona”, dijo un policía.
Los más vulnerables de convertirse en víctimas son los residentes de las parroquias General Rafael Urdaneta y Marcelino Briceño. Los delincuentes aprovechan las cercanías con los estados Lara y Trujillo para huir.
La semana pasada funcionarios de la Policía científica de Ciudad Ojeda, acertaron con las guaridas de Edixon David Carmona Sánchez (27), integrante de la banda el “Cagón”; Ricky Piedra Madrid y José Gregorio Rodríguez González, pertenecientes a la banda del “Zancudo”, y les dieron de baja. La comunidad siente que no son suficientes las operaciones policiales ni el patrullaje.