Los rayos del astro rey tenían más de 30 años sin posarse sobre el piso del centro comercial San Felipe o las escaleras de Plaza Lago, porque los puestos que estaban allí lo impedían
Ya pasaron cinco días desde que intervinieron el casco central de Maracaibo y la Libertador, junto a Las Pulgas y San Felipe lucen diferentes.
El Sol pega porque ya no se ven los toldos de los tarantines, sin embargo a la gente no parece molestarle y por el contrario disfrutan de la libertad que les da caminar por las calles y pasillos.
Los rayos del astro rey tenían más de 30 años sin posarse sobre el piso del centro comercial San Felipe o las escaleras de Plaza Lago, porque los puestos que estaban allí lo impedían.
Vudú, un vendedor ambulante de termos escolares y bolsas, mostró ayer su aprobación a la medida, ya que a su parecer en Las Pulgas ya estaban “depravaos”, con el simple hecho de no aceptar el cono vigente.
Despejado
“Ahora es que falta por hacer. Hay que intervenir todos esos negocios mayoristas, pues ellos tienen adentro mercancía. Tienen que reventarle los candaos y sacar eso”, aseguró el vendedor.
Añadió que aunque está bien que saquen los tarantines y faciliten el paso, también tienen que supervisar a los que tienen locales, pues ellos también hacen de las suyas con las personas.
Adentro del mercado popular los olores se mezclan y la basura espera por ser recolectada, al tiempo que una feria de diferentes rubros se instala en la mera avenida al pasar el distribuidor Lossada.
“Tenía tiempo sin pasar por esta acera”, dijo Ana Montiel a un grupo de guardias nacionales al caminar por las inmediaciones de las Torres Petroleras.
Para los más jóvenes, ese era un espacio que veían por primera vez, pues crecieron y pasaron por el centro cuando apenas había lugar para transitar a pie.
Los únicos que no parecen disfrutar la situación son los buhoneros, quienes en algunos casos desarman ellos mismos sus tarantines para no perder la inversión en el material en manos de los recolectores de la Alcaldía o la Gobernación.