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El autor de la masacre en Orlando le habló en árabe a un operador de los servicios de urgencias, se identificó como un soldado islámico y demandó en conversación con un negociador de crisis que Estados Unidos “deje de bombardear Siria e Irak”, revelaron transcripciones dadas a conocer el lunes por el FBI.
Las transcripciones parciales impresas son de tres conversaciones que el tirador, Omar Mateen, tuvo con la Policía durante el tiroteo en un club gay donde murieron 49 personas y resultaron heridas decenas más.
Esas comunicaciones, además de mensajes dejados por Mateen en Facebook antes y después de la balacera, revelan una imagen de las últimas horas de la vida del atacante. La primera se produjo más de media hora después de comenzar el tiroteo, cuando Mateen dijo al operador de emergencias: “Alabado sea Dios y bendito su profeta”. “Estoy en Orlando e hice los disparos”, indicó.
Durante la llamada de 50 segundos, Mateen “hizo declaraciones asesinas de una forma escalofriante, calmada y premeditada”, declaró Ronald Hopper, agente especial asistente del FBI a cargo de la matanza en Orlando.
Sin embargo, no hay evidencia de que Mateen haya sido dirigido por un grupo terrorista extranjero y todo indica que se radicalizó por su cuenta, aclaró Hopper.
El nombre de Mateen y los grupos y personas a quienes declaró lealtad fueron omitidos de las transcripciones, pero el FBI indicó previamente que el atacante declaró su lealtad a Abu Bakr al-Baghdadi, el líder del grupo Estado Islámico.
Las víctimas
Funcionarios de un hospital dijeron que cuatro personas siguen graves, cuando ya ha pasado más de una semana de ser heridas en el ataque.
El Orlando Regional Medical Center dijo que 18 víctimas del tiroteo seguían hospitalizadas allí y que había tres cirugías más programadas para el lunes. Los otros 14 pacientes están listados como estables.
Armado con un fusil semiautomático, Mateen ingresó al club Pulse el 12 de junio y comenzó a disparar. Mateen murió en una lluvia de balas cuando la Policía entró al club.